El extremismo iraquí ha secuestrado a 2.500 personas de las minorías
Reino Unido enviará armas a las fuerzas kurdas de Irak
El alcalde de Londres, Boris Johnson, que se perfila como probable sucesor del primer ministro David Cameron, pidió al gobierno conservador ‘mano dura’ contra aquellos británicos extremistas que viajan de Gran Bretaña para luchar en Irak y Siria junto a los milicianos del Estado Islámico (EI).
El político se mostró a favor de ‘medidas más estrictas’ contra los jihadistas británicos, especialmente tras haberse identificado este fin de semana al decapitador del periodista estadounidense James Foley, un joven rapero londinense de 24 años llamado Abdel-Majed Abdel Bary.
El británico fue identificado por los servicios de inteligencia ingleses -el MI5 y MI6-, que indicaron que Abdel Bary se encuentra en Siria luchando en las filas del EI junto a otros milicianos británicos.
Hace unos meses Abdel-Majed Abdel Bary publicó imágenes repugnantes posando con una cabeza en su mano. Se cree que la imagen que difundió fue tomada en Raqqa, un bastión del Estado Islámico. La foto llevaba la leyenda: ‘Pasando el rato con mi vecino o lo que queda de él’.
El exmúsico dejó una casa de $ 1,6 millones en el exclusivo barrio de Maida Vale, al oeste de Londres, diciendo que estaba ‘dejando todo por el bien de Alá’.
En un artículo de opinión publicado en el periódico Daily Telegraph, Boris Johnson sostuvo que las polémicas órdenes de control, por las cuales se podía arrestar a una persona sospechosa de terrorismo sin autorización judicial previa, deberían ser introducidas nuevamente en los casos más serios.
Las órdenes de control, que se crearon bajo el gobierno de Tony Blair (1997-2007), para hacer frente al extremismo islámico en el país, fueron reemplazadas en 2011 por medidas más livianas que incluyen la restricción de movimiento y el uso de computadoras y teléfonos celulares, como también una veda para reuniones con otras personas.
Johnson se mostró además a favor de que se le quite la nacionalidad británica a aquellos que se trasladan a Irak y Siria para combatir junto al EI y juran lealtad ‘a un Estado terrorista’. La Policía Metropolitana estima que hay 500 británicos musulmanes combatiendo junto al EI, el 50% son de Londres.
El alcalde argumentó que las leyes deberían modificarse para que aquellas personas que regresan de Irak y Siria se vean obligadas a demostrar que no participaron de actividades yihadistas, o de lo contrario enfrenten procesamientos judiciales. “Si no detenemos al EI, eventualmente una ola de terrorismo llegará a las puertas de nuestro país”, subrayó. Según Johnson, es necesaria una respuesta militar más fuerte para combatir a las fuerzas del EI.
Este fin de semana el gobierno británico confirmó que endurecerá las medidas para combatir el extremismo y la radicalización en el Reino Unido y aumentará ‘los esfuerzos’ para derrotar a los yihadistas del EI, principalmente a través del envío de armamento y equipos de combate a las fuerzas kurdas.