Todas las partes implicadas en la batalla de Alepo, que concluyó el 22 de diciembre de 2016 con la toma total de esa ciudad por parte del régimen sirio, cometieron crímenes de guerra, según un informe de la Comisión Internacional de la ONU sobre Siria publicado este miércoles.

La evacuación de civiles de la ciudad concluida entre el régimen y los rebeldes con apoyo de sus respectivos aliados constituyó en sí misma un "crimen de guerra", al implicar el "desplazamiento forzado de población civil", según ese informe.

El documento también afirma que las fuerzas del régimen sirio atacaron "deliberadamente" un convoy humanitario el 19 de septiembre cerca de Alepo, un ataque que mató al menos a diez trabajadores humanitarios y suscitó la indignación de la comunidad internacional.

"Todos los informes, imágenes satélites, testimonios y peritajes médico-legales en el terreno (...) implican a las fuerzas sirias", según ese informe, que acusa a los últimos de haber cometido un "crimen de guerra" al "atacar deliberadamente" el convoy. (I)