Las autoridades de EE.UU. recuperaron este martes en Virginia un camión robado de la caravana del presidente Barack Obama, que contenía el teleprompter del mandatario, podios, equipos de sonido y sellos presidenciales, según medios locales.

La estación WWBT-TV de televisión en Richmond indicó que el camión estaba estacionado en un hotel de esa ciudad cuando alguien se lo llevó sin permiso el lunes.

Las autoridades lo encontraron en el estacionamiento de otro hotel, cerca del Aeropuerto Internacional de Richmond.

El vehículo contenía material valorado en unos 200.000 dólares, con varios podios, equipos de sonido y los sellos presidenciales que marcan todas las intervenciones públicas del mandatario estadounidense, según fuentes consultadas por la emisora.

En él viajaba también el sofisticado teleprompter del presidente, cuyo aspecto transparente permite a Obama leer sus discursos escritos sin que parezca que está consultando un texto.

Preguntado por los periodistas que viajan en la gira, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, señaló que ha visto las noticias publicadas en la prensa, pero que no dispone de "información independiente" para confirmar el suceso.

En cualquier caso, otros representantes gubernamentales destacaron que en el incidente no se ha visto implicado material clasificado o que ponga en peligro la seguridad nacional.

La gira en autobús del presidente Obama recorre Carolina del Norte y Virginia, y tiene como objetivo promover su plan de 447.000 millones de dólares para la creación de empleos.

El presidente ha incluido en el recorrido ciudades y comunidades más pequeñas en las cuales no obtuvo demasiados votos en 2008 y se ha ocupado de pasar más tiempo con los ciudadanos en áreas menos accesibles.

La visita también tiene una dimensión estratégica: Carolina del Norte y Virginia son dos estados claves para las elecciones del año próximo.

En 2008, estos estados tradicionalmente republicanos se inclinaron a favor de Obama.

Desde entonces, el apoyo al actual presidente ha retrocedido gradualmente y se espera que el año próximo sean un duro campo de batalla electoral, que podría ser decisivo para determinar quién vaya a ocupar la Casa Blanca en el siguiente mandato