Varios centenares de personas se manifestaron el martes 19 de febrero de 2019 en Buenos Aires para volver a pedir, por primera vez en este año, una ley que establezca el aborto legal, una demanda que los colectivos feministas consideran imparable.

Después de un 2018 de intenso debate público, en el que el parlamento tumbó por escasa diferencia el proyecto de legalización, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito rompió la pausa del verano en las movilizaciones y reclamó de nuevo frente al Congreso que se apruebe una ley que volverán a presentar en los próximos meses.

Ornella Stefanazzi, integrante de la Campaña, declaró a Efe que el colectivo ya ha logrado la "despenalización social" de la interrupción voluntaria del embarazo y "sacar de la clandestinidad" esta práctica, y afirmó que llevar la legalización a la ley "socialmente es una demanda imparable".

Pese a que vivió con una "fuerte desazón" el rechazo al proyecto, cree que hay grandes posibilidades de que en un futuro cercano el aborto legal sea ley.

"Somos optimistas porque lo vamos a hacer llegar, al patriarcado lo vamos a tirar y como depende de nuestra lucha y nuestra resistencia, somos optimistas", añadió Stefanazzi, una de las varias oradoras del acto.

La concentración de este martes, que se realizó también en otras ciudades como Córdoba, tuvo lugar en el aniversario de la primera manifestación que se celebró en 2018, un año de una fuerte movilización feminista que sus representantes prometen mantener.

Agustina Viale, también integrante de la Campaña por el derecho al aborto, consideró que fueron las protestas y el debate social lo que empujó al Congreso a tratar el proyecto, y avisó: "Lo vamos a seguir presentando una y otra vez hasta que logremos que sea ley".

El grupo presentó por primera vez la iniciativa hace 14 años, y hasta en seis ocasiones perdió su estado parlamentario por no obtener luz verde en comisiones para su debate, hasta que el séptimo intento obtuvo la aprobación de la Cámara de Diputados el pasado abril y fue rechazado por 38 votos a 31 por el Senado en agosto.

Viale acusó a los colectivos antiabortistas de que ese día "del otro lado no hubo festejo, no hay nada que celebrar porque siguen muriendo mujeres", y recordó que una semana después se conoció el fallecimiento de una joven por una interrupción del embarazo llevada a cabo de manera clandestina.

Sin embargo, también se muestra confiada en que la legalización del aborto tendrá lugar antes o temprano: "La sociedad empuja, no hay vuelta atrás". (I)