Si fracasa la formación del gobierno se convocará a nuevas elecciones
Rajoy inicia negociaciones hoy con Pedro Sánchez
Los resultados electorales registrados el domingo en España han producido estrés en los dos principales partidos del país. Mientras, el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy se afana desesperadamente por mostrar el rostro más amable de su historia para alcanzar un acuerdo de gobierno con el emergente Ciudadanos, de Albert Rivera y, aunque con menos frenesí, también con los socialistas, los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) habían redoblado sus horas de trabajo para encontrar la fórmula milagrosa que despeñara a los conservadores sin que les arrastre a ellos.
Sin embargo, ayer se confirmó que Rajoy, presidente del Gobierno español en funciones, se reunirá hoy con el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, e iniciaría las negociaciones para tratar de recabar apoyos para su investidura. Según medios españoles, la cita será en el palacio presidencial de La Moncloa.
Una fuente con acceso a la dirección federal de los socialistas indicó a EL TELÉGRAFO que una de las maniobras que Pedro Sánchez tenía sobre la mesa comenzaba con neutralizar con sus 90 votos la elección de Rajoy como presidente del ejecutivo español. Sin embargo, se espera el resultado de su reunión con el funcionario para saber si continúa con su hoja de ruta, que incluía lanzar su propia propuesta de gobierno a Ciudadanos y a Podemos.
Se trata de una oferta inadmisible para los neoconservadores de Albert Rivera por su alto contenido social, muy alejado de la liberalización económica que el partido naranja siempre ha intentado enmascarar durante la campaña para captar los votos centristas de conservadores y socialistas desencantados.
Sus promotores, un grupo cercano a Sánchez, saben que los 69 diputados de Podemos no serán suficientes y la operación está abocada al fracaso, por lo que solo quedará la opción de convocar nuevas elecciones en España, previsiblemente el próximo mes de mayo. Y ahí es donde reposa la astucia de la jugada.
Los socialistas consideran que, además de desenmascarar la versión oculta de Ciudadanos ante la ciudadanía, es decir, la derechización de su proyecto, también serviría para frenar la hemorragia causada por la irrupción de Podemos entre su electorado tradicional de izquierda, cansado y aburrido de opciones de cambio desperdiciadas. El caso más evidente es Madrid donde el PSOE ha pasado de ser primera fuerza política a cuarta en poco más de una década.
La hipótesis de repetir las elecciones es un plato amargo para el PP cuya ejecutiva federal, presidida por José María Aznar tras cuatro años de ausencia, es consciente de que solo les queda ganar tiempo para regenerar un partido que navega hacia las profundidades abisales asolado por la corrupción y la mala gestión de la crisis. Rajoy ya ha prometido celebrar un congreso abierto, que suena a refundación de las siglas y máxima depuración de cargos, posiblemente para el mes de marzo.
Pero la maniobra discutida el lunes durante horas en la sede central del PSOE en Madrid no tiene el visto bueno de dirigentes históricos del partido ni con otros, como la presidenta andaluza Susana Díaz y Emiliano García Page, cuyos territorios siguen sosteniendo la caída en barrera de los socialistas en las urnas. Este grupo es partidario de terminar de asfixiar a un Rajoy debilitado, pero ofreciendo una alternativa de Estado aceptable a Ciudadanos mientras se negocia con los enemigos internos del aún presidente del Gobierno la abstención del PP que permita a Pedro Sánchez llegar a La Moncloa.
Difícil ecuación cuando lo que está en juego en España es algo más que la formación de un ejecutivo estable. Pablo Iglesias ya ha trasladado a los socialistas su intención de negociar un acuerdo de gobierno que estaría abierto a otras fuerzas políticas progresistas. Para ello ha establecido sus condiciones irrenunciables, las líneas rojas que casi hacen saltar la banca del Ibex 35 y disparó la prima de riesgo del especulador mercado bursátil: rediseñar el mapa territorial autonómico de España de acuerdo a la libre voluntad de los ciudadanos y frenar la política económica de ‘austericio’ que ha arrasado a las clases populares. (I)
Datos
El conservador Partido Popular (PP), en el poder, perdió la mayoría absoluta pese a llegar en cabeza, con 28,7% de los votos y 123 diputados en una cámara de 350.
Para gobernar, el PP necesita obtener por lo menos la neutralidad del PSOE que, con sus 90 escaños sumados a los 69 de Podemos y a los 2 de Izquierda Unida, puede cerrarle el paso.
El Jefe del gobierno, Mariano Rajoy, dispone del periodo festivo, hasta el 13 de enero, fecha de la primera sesión del nuevo parlamento, para intentar convencer al PSOE, que ya rechazó su propuesta al igual que Podemos.
Si tras la primera votación de investidura -en la cual se elegirá a las autoridades del Parlamento- transcurren dos meses sin haber gobierno, se deberá convocar a nuevas elecciones.
El conservador Partido Popular (PP), en el poder, perdió la mayoría absoluta pese a llegar en cabeza, con 28,7% de los votos y 123 diputados en una cámara de 350.
Para gobernar, el PP necesita obtener por lo menos la neutralidad del PSOE que, con sus 90 escaños sumados a los 69 de Podemos y a los 2 de Izquierda Unida, puede cerrarle el paso.
El Jefe del gobierno, Mariano Rajoy, dispone del periodo festivo, hasta el 13 de enero, fecha de la primera sesión del nuevo parlamento, para intentar convencer al PSOE, que ya rechazó su propuesta al igual que Podemos.
Si tras la primera votación de investidura -en la cual se elegirá a las autoridades del Parlamento- transcurren dos meses sin haber gobierno, se deberá convocar a nuevas elecciones.