Marruecos rechazó hoy el "uso de la fuerza" para hacerse con el poder en Mali y reclamó una vuelta a la normalidad política tras el golpe militar perpetrado ayer en este país.

"Seguimos con interés de lo que está pasando en la República de Mali", explicó el ministro de Comunicación marroquí y portavoz del gobierno, Mustafa el Jalfi, durante una rueda de prensa posterior al consejo del gobierno, en la que también insistió sobre "la unidad territorial" en este país.

El ministro de Comunicación marroquí pidió que se respete la celebración de las elecciones programadas en Mali para el próximo mes de abril, y subrayó que se trata de "una zona vital" para la estabilidad de la región del Sahel y el Sahara.

El golpe de Estado contra el presidente de Mali, Amadou Toumani Toure, se produjo el miércoles con un motín de militares rebeldes en un cuartel a 15 kilómetros de la capital, por el rechazo de los reclutas a ser movilizados para participar en los enfrentamientos entre el Ejército y las fuerzas independentistas tuareg en el norte de Mali.

Los amotinados se dirigieron a la capital, donde tomaron la sede de la radio y la televisión estatales y, después de sumar fuerzas, detuvieron a varios ministros, tomaron el palacio presidencial y anunciaron su victoria.