R. Unido insiste en no negociar sobre Malvinas tras advertencia argentina
El Reino Unido mantuvo este miércoles su rechazo a negociar la soberanía de las islas Malvinas y negó que pretenda militarizar el Atlántico Sur, en respuesta a la advertencia de Argentina de llevar la disputa ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El pulso entre ambos países ha subido de tono ante la cercanía del 30 aniversario de la guerra que los enfrentó en 1982 y, mientras Argentina acusa al Reino Unido de reforzar su presencia militar en el Atlántico Sur, Londres cree que Buenos Aires busca aislar el archipiélago mediante la internacionalización del conflicto.
El anuncio del martes de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, de que presentará una protesta formal ante la ONU por el próximo despliegue de un destructor británico y la presencia en las Malvinas del nieto de la reina Isabel II no logró hoy que Londres se apartara de la posición que ha mantenido durante años.
El Reino Unido "no está militarizando" el Atlántico Sur, el envío del destructor es una operación "de rutina", reiteró hoy Londres.
"Los habitantes de las Malvinas son británicos por elección. Son libres de decidir sobre su futuro y no habrá negociaciones con Argentina sobre la soberanía a menos que lo deseen los isleños", unas 3.000 personas, apuntó un portavoz del Foreign Office.
Una portavoz de Downing Street -residencia oficial del primer ministro británico- indicó hoy, en su rueda de prensa diaria, que Argentina puede llevar ante la ONU los asuntos que considere adecuados, pero que la Carta de Naciones Unidas consagra "el derecho a la autodeterminación".
"Y de eso hablamos en relación con las islas Malvinas", apuntó la portavoz, que volvió a señalar que el Gobierno británico mantiene sus habituales "planes de contingencia" en caso de que se produzca una agresión contra el archipiélago, cuya soberanía tiene desde 1833.
"No estamos militarizando el Atlántico Sur, nuestra posición militar sigue siendo la misma", insistió.
Fernández también acusó al Reino Unido de "depredar" el petróleo y los recursos pesqueros de Malvinas, en cuyas aguas empresas británicas llevan a cabo trabajos de exploración de crudo.
Argentina y el Reino Unido libraron una guerra por la soberanía de las Malvinas entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, que comenzó con la ocupación lanzada por Argentina y concluyó con la rendición de ese país, en tiempos de la "dama de hierro" Margaret Thatcher.