Prueba rusa generó desechos que ponen en peligro a la Tierra
Rusia lanzó un misil contra uno de sus propios satélites, el pasado lunes 15 de noviembre de 2021, como un modo de prueba. El experimento hizo estallar uno de los satélites rusos, lo que provocó alrededor de 1.500 escombros en órbita.
Esta basura generada es un peligro para otros satélites que proporcionan servicios de comunicación cruciales en la Tierra.
Según la Agencia Espacial Española, estos nuevos desechos se suman a las 9.600 toneladas de residuos que orbitan nuestro planeta. Esta situación puso en peligro a la tripulación de siete astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS), por lo que se les recomendó refugiarse en sus naves de regreso.
Según informes de la NASA, al menos 26.000 de los trozos de basura espacial que orbitan la Tierra son del tamaño de una pelota de béisbol, es decir lo suficientemente grandes como para destrozar un satélite. Cuando los pequeños fragmentos chocan entre sí, se puede generar más trozos de basura espacial.
El Mando Espacial de Estados Unidos considera este acto como "imprudente y peligroso".
Cabe destacar que Rusia no es el primer país en realizar este tipo de pruebas anti satélites. En 1959, el propio Estados Unidos fue el primer país en realizar este experimento.