El paquistaní Naveed Gul, director de una escuela primaria en Peshawar, tiene un guardia armado frente a su oficina y no duda en sacar un arma mientras sus alumnos están en el exterior para la clase matinal. “Es una pistola M20, fabricada en China, y funciona”, asegura.

El debate sobre si hay que armar a los profesores vuelve a ser un tema de actualidad en Pakistán 5 días después del ataque de los talibanes contra la Universidad Bacha Khan en Charsadda, en el noroeste del país. Fallecieron 21 personas, entre ellos el profesor Syed Hamid Husain, quien murió disparando y defendiendo a los estudiantes.

Los profesores de la universidad tienen permiso para llevar armas desde que en 2014 los talibanes mataron a  150 personas, la mayoría niños, en un ataque en una escuela de Peshawar, capital provincial.

Shaukat Yousafzai, portavoz de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, indica que ahí hay 55.000 policías, insuficientes para garantizar la seguridad de 68.000 escuelas, y por eso las autoridades permitieron que los profesores lleven armas.  

El grupo talibán, que realizó el asalto en Charsadda, informó que atacará otras escuelas, que considera “criaderos” para los que desafían sus leyes. Varias escuelas cerraron como medida de prevención.

Los colegios son objetivos de los talibanes en Pakistán, en especial las escuelas de niñas. El ejemplo más emblemático de los ataques sexistas tiene nombre propio, Malala Yousafzai (foto), una adolescente, con otras compañeras, que fue atacada, en octubre de 2012, por un miliciano del TTP, grupo terrorista vinculado a los talibanes.

La niña, gravemente herida, sobrevivió y años después se convirtió en un símbolo de la lucha por el derecho de las niñas a recibir educación. En 2014 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz por lo que representaba. (I)

Talibanes asesinan a estudiantes

Los ataques a escuelas por impartir clases a niñas son innumerables en el mundo musulmán, en particular en aquellos países donde ejercen poder los talibanes. Es el caso de Afganistán, en 2012 se produjeron envenenamientos en centros educativos que obligaron a hospitalizar a más de 300 niñas.

Otro grupo terrorista que intenta erradicar la educación occidental es Boko Haram,  que en 2014 secuestró a 200 estudiantes de secundaria en Chibok, Nigeria. (I)