En la localidad de Uvalde, del estado de Texas - Estados Unidos, el 24 de mayo del 2022 ocurrió una de las peores masacres de los últimos años. Según el informe de las autoridades locales, Salvador Ramos, de 18 años, disparó a estudiantes y profesores en dos aulas de la Escuela Primaria Robb. Luego de una hora de atacar a inocentes, y asesinar a 19 estudiantes y dos profesores, la Policía lo abatió.  

Uno de los sobrevivientes del salón de clases 111 es el docente Arnulfo Reyes, quien llevaba 17 años como maestro de cuarto grado. El profesor recibió heridas de bala en su brazo, pulmón y en la espalda. Después de permanecer tres semanas en recuperación, al salir del hospital contó su testimonio sobre aquel día que le cambió la vida porque vio morir a 11 de sus estudiantes. 

En una entrevista para el medio internacional ABC News, el profesor Reyes dijo que pensó que “iba a ser un buen día” cuando se encontraba de camino a la escuela. “Esa mañana mis estudiantes estaban viendo una película (Lilo y Stich) cuando sonaron los disparos”, recordó .

“Los niños empezaron a preguntar en voz alta, ‘Señor Reyes ¿Qué está pasando?’ y yo les dije: ‘No sé, pero vamos a ponernos debajo de la mesa y actúen como si estuvieran dormidos’”, relató. 

“Mientras mis alumnos hacían eso, y yo los reunía bajo la mesa para que se hicieran los dormidos, me di la vuelta y lo vi allí de pie (a Ramos)”, comentó el maestro. 

Reyes recuerda que “'el agresor dirigió su arma hacia los estudiantes y comenzó a disparar, entonces recé para no escuchar hablar a ninguno de mis alumnos. Luego al regresar a ver a mis estudiantes estaban muertos”.

Cuando Ramos abrió fuego contra toda el aula, una de las balas alcanzó al profesor. “No podía moverme después del disparo, pero siguiendo el consejo que les di a mis estudiantes, me quedé quieto, fingiendo estar inconsciente”. 

Poco después, el docente escuchó a los policías fuera del aula y un niño en el pasillo les suplicaba que les ayudaran. “Oficial, estamos aquí. Estamos aquí”, decía el pequeño. Sin embargo, los agentes se fueron y Reyes creyó que “iba a morir” por las heridas.

Reyes pasó durante 77 minutos fingiendo su muerte, hasta que lo auxiliaron y trasladaron de inmediato a un hospital. En la clase del profesor estaba Amerie Jo Garza, la niña heroína por ser de las primeras en llamar al 9-1-1 para alertar lo que ocurría.