El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ordenó la reapertura de la conocida como "Zona Verde" de Bagdad, área de la capital protegida por fuertes medidas de seguridad donde se encuentran la sede del gobierno y varias embajadas, indicó el viernes su oficina.

Esta medida se enmarca en una vasta campaña de reformas del gobierno para luchar contra la corrupción, en respuesta a las masivas manifestaciones de las últimas semanas.

Abadi pidió a las fuerzas de seguridad que hicieran "lo necesario para abrir la Zona Verde a los ciudadanos", indicó su oficina en un comunicado.

El anuncio podría provocar inquietudes en las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña, que se encuentran en esa zona y la consideran una garantía para su seguridad.

Pese a que los ataques en Bagdad han disminuido respecto al primer semestre de 2014, siguen produciéndose atentados en la capital, perpetrados la mayoría de las veces por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

La Zona Verde está rodeada de altos muros de cemento blindado y vigilada por miembros del cuerpo de élite de las fuerzas de seguridad.

Antes de la invasión estadounidense, en ese área se encontraban numerosos palacetes y fastuosos palacios de Sadam Husein y los hombres de su régimen. Después, fueron ocupados por las fuerzas extranjeras y posteriormente por la nueva clase política iraquí, acusada de corrupción generalizada.

Abadi también ordenó la reapertura de calles cerradas por estar en las inmediaciones de las sedes de partidos políticos y de residencias de responsables.

Asimismo, el primer ministro quiere  que se formen comisiones para examinar las condiciones de venta y alquiler de propiedades estatales, y que se devuelvan al Estado los bienes adquiridos de forma irregular.

El parlamento aprobó el 11 de agosto otras medidas como la reducción de puestos ministeriales y la reducción drástica de guardaespaldas para los altos responsables. (I)