Por segunda vez en el año, el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvieron una conversación telefónica el 28 de julio

La llamada se da en el marco de las tensiones entre ambos países en medio de una relación tirante de meses atrás, agravada por la visita de la presidenta del Congreso norteamericano Nancy Pelossi a Taiwan.

Washington y Beijing ya están sumidos en conflictos sobre el comercio, Hong Kong, el trato de Beijing a las minorías musulmanas y las reclamaciones, chinas a grandes secciones de los mares del sur y este de China.

La actitud de Pelosi no es nueva en incomodar al gobierno de Beijing. Como miembro del Congreso en 1991, desplegó una pancarta en blanco y negro en la Plaza de Tiananmen que decía: "A los que murieron por la democracia".

Una visita a Taiwán podría causar daños a largo plazo a las relaciones entre Estados Unidos y China, dijo Liu Jiangyong, especialista en relaciones internacionales de la Universidad de Tsinghua.

Permitir que una visita siga adelante "afectará la credibilidad de las recientes promesas que ha hecho la administración Biden", dijo Liu. El diálogo entre Biden y Xi sobre otros temas "puede verse seriamente afectado"