El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, pidió hoy a las distintas fuerzas políticas en conflicto en el país que cesen la violencia para facilitar así la posibilidad de llegar a un acuerdo dialogado.

En una nota difundida por la agencia de noticias Saba a las pocas horas de su inesperado regreso hoy a Saná, el mandatario instó a las fuerzas políticas y militares a frenar el derramamiento de sangre, en alusión a los cruentos enfrentamientos habidos durante los cinco últimos días.

En este sentido, el mandatario insistió en que la solución a la crisis que sacude el país desde hace meses no está en las armas sino en el diálogo y la comprensión, y subrayó que el objetivo es lograr la estabilidad y la seguridad nacional.

Saleh regresó este viernes por sorpresa al Yemen procedente de Arabia Saudí, país al que fue trasladado el pasado junio tras resultar herido durante un atentado contra el palacio presidencial la capital.

Los medios de comunicación árabes especulan con la posibilidad de que el mandatario pronuncie este mismo viernes un discurso en el que podría ceder el poder, como le exige la oposición, extremo que han desmentido fuentes oficiales.

Su regreso coincide con una nueva oleada de violencia en el país, que estalló a principios de esta semana y que ha costado la vida a casi una veintena de personas, y con el fracaso de la mediación en la crisis de los países del Golfo Pérsico.

De hecho, los enfrentamientos entre las tropas progubernamentales y los partidarios del líder tribal opositor Sadeq al Ahmar no han cesado y desde esta mañana se escuchan disparos y explosiones en el barrio de Al Hasaba de la capital, sin que por el momento se hayan reseñado víctimas.

Nada más conocerse la legada de Saleh, cerca de 100.000 opositores se manifestaron cerca de la plaza Taguir (Cambio) y corearon lemas en su contra como "Decidle al asesino que va a ser juzgado y Alá es testigo".

Casi al mismo tiempo, más de 20.000 seguidores de Saleh se concentraron en la plaza de los 70, situada en otra área de Sana, para celebrar el retorno de su líder e izaron imágenes del mandatario yemení y del rey saudí, Abdalá bin Abdulaziz.

Yemen vive una revuelta popular con masivas protestas para pedir la marcha de Saleh desde el pasado 27 de enero y en los últimos días se ha producido un repunte de la violencia, sobre todo en la capital.

Desde el pasado domingo, los combates en Saná entre el Ejército yemení y militares desertores partidarios de la oposición, así como los enfrentamientos entre tribus rivales, se han saldado con cerca de cien muertos.

Saleh fue primero presidente de Yemen del Norte en 1978 y pasó a ocupar la Presidencia de la República de Yemen tras la unificación entre el norte y el sur en 1990.