Presidente de Túnez pide la renuncia al Jefe de Estado de Siria
El presidente tunecino, Moncef Marzuki, pidió una salida negociada del presidente sirio, Bachar al Asad, y de su familia de Siria en la inauguración hoy en Túnez de la conferencia de "Amigos de Siria".
En este sentido, Marzuki pidió a Rusia que se encargara de acoger a Al Asad, al que solicitó que cediera su poder en el vicepresidente en lo que calificó como una solución "a la yemení".
Una palabras que no han sido acogidas con satisfacción por parte de la oposición siria presente en la cita, que considera que Al Asad es un criminal de guerra y que no se le puede permitir salir del país sin ser juzgado, según dijo una fuente de la oposición a Efe.
En su discurso, Marzuki, que calificó la situación humanitaria que vive Siria de dramática, subrayó: "Nos encontramos en un momento histórico, en un cruce de caminos para afrontar esta crisis humanitaria".
Marzuki se mostró contrario a una intervención militar, aunque sí apoyó la creación de una fuerza de pacificación de la Liga Árabe, dentro de una iniciativa que tituló "emir Abdelkader".
Asimismo, advirtió que "sería un peligro salirse del marco de la ONU y de la Liga Árabe", en relación a una eventual intervención militar.
En este sentido aseguró que una acción de este tipo podría deteriorar la situación en el país y conducir al pueblo sirio al caos y a una escalada de violencia.
En su intervención, también llamó a la oposición siria a la unidad "para preparar el futuro de un gobierno legítimo y democrático".
El principal grupo opositor sirio el Consejo Nacional Sirio, que reúne a una decena de agrupaciones de distintas corrientes, participa en las reuniones.
La reunión de "Amigos de Siria", que empezó hoy en Túnez, tiene como objetivo presionar al régimen sirio para avanzar hacia una transición democrática, después del bloqueo de China y Rusia a un plan propuesto por la Liga Árabe en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El portavoz de Marzuki, Adnan Moncef, explicó a Efe que la creación de esta fuerza de pacificación se enmarca dentro de un plan que las autoridades tunecinas han bautizado como Abdelkader, "un emir sirio que en el siglo XIX salvó del genocidio a los cristianos de Damasco".
Para Moncef, con este plan "se trata de mantener ese espíritu", para proteger a la población de la represión, que ya ha causado más de 5.000 muertos según la ONU, y 8.500 según los grupos de la oposición siria.
"El escenario es una solución a la yemení, con la prioridad en un arreglo pacífico y el rechazo absoluto a una intervención militar", precisó Moncef en línea con el discurso del presidente.
Moncef precisó que su plan cuenta ya con el apoyo de la mayoría de países árabes y agregó que espera que sea apoyado por las más de sesenta delegaciones de diferentes países y organizaciones que participan en la conferencia, que comenzó con casi una hora de retraso.