Presidente de Siria no cede a las protestas
Por primera vez desde el inicio de las protestas (15 de marzo), el presidente sirio, Bashar al Asad, se dirigió ayer a su país, pero sus palabras no cubrieron las expectativas de su pueblo al no anunciar el levantamiento del estado de emergencia, lo que fue criticado por EE.UU.
En su discurso ante el Parlamento y transmitido por televisión, el mandatario aseguró que las reformas políticas no deben llevarse a cabo bajo coacción y que su país es víctima de una “gran conspiración extranjera”.
Un día después de aceptar la renuncia del Ejecutivo, Al Asad indicó que estas reformas no son prioritarias y no pueden estar ligadas a razones temporales o al clima de revueltas en la región.
En cuanto a la derogación de la Ley de Emergencia, Al Asad se limitó a recordar el anuncio realizado el jueves pasado, en el que el régimen se comprometió a levantar esta medida de excepción, pero sin dar fecha.
En vigor desde 1963, el estado de emergencia reduce las libertades públicas, permite la detención de toda persona que amenace la seguridad y autoriza la vigilancia de las comunicaciones y el control previo de la prensa.
El gobernante, que afirmó que Siria enfrenta una gran conspiración extranjera, aseguró que sus enemigos escogieron el país equivocado para derrocar gobiernos y fragmentar pueblos.
Estados Unidos, por su parte, mostró ayer su decepción por el discurso de Bachar al Asad que, según dijo el portavoz del Depatamento de Estado, Mark Toner, “no estuvo a la altura” de las reformas que su país necesita.
“Está claro para nosotros que el discurso no tiene mucha sustancia”, señaló Toner y añadió que probablemente decepcionó al pueblo sirio.
El movimiento de protestas iniciado en Siria desde páginas de Facebook, una de las cuales se titula “Revolución siria 2011”, convocó a manifestarse mañana en el país para apoyar las reivindicaciones democráticas.
En Deraa, epicentro de las protestas en el sur, miles de manifestantes participaron ayer en los funerales de Jalil Zatima que murió el martes por la noche tras haber sido herido hace una semana en los enfrentamientos.
Los opositores marcharon hacia el cementerio gritando “antes la muerte que la sumisión”. En Latakia, principal puerto de Siria, 300 manifestantes realizaron ayer una sentada enarbolando una banderola en que podía leerse “No a la disensión, sí a la paz y a la libertad”.