El gobierno de Reino Unido está listo para introducir un sistema que aborde el asunto  de la inmigración, uno de los temas políticos más polémicos del país.

La administración de Boris Johnson presentó un nuevo sistema basado en puntos, con el cual, según el Gobierno, se cumplió el deseo del electorado británico de poner fin a la libertad de movimiento, especialmente después de la votación del Brexit.

Ante ello, los líderes empresariales respondieron con consternación e indicaron que el debate de la inmigración está lejos de terminar.

Nuevo sistema
Reino Unido salió oficialmente de la Unión Europea  (UE) el 31 de enero, perdiendo voz y voto en las instituciones y agencias comunitarias. Después del 31 de diciembre próximo, la libertad de movimiento entre ambos terminará y el Estado británico tratará a los ciudadanos del bloque europeo y de otros países por igual. Las nuevas reglas no afectarán a los inmigrantes de la UE que actualmente están en el país.

El nuevo sistema basado en puntos entrará en vigencia en enero de 2021 y tiene tres requisitos esenciales.

El solicitante debe hablar inglés, tener una oferta de trabajo de un patrocinador aprobado y el trabajo debe estar en el nivel de habilidad apropiado. Estos tres factores juntos le dan al migrante 50 de los 70 puntos necesarios para ingresar a Reino Unido.

Los puntos restantes se otorgan por calificaciones como doctorados, trabajos con salarios altos y trabajos en sectores con escasez de mano de obra.

Sin embargo, este nuevo sistema presenta inconvenientes, según indica un análisis del Instituto de Investigación de Políticas Públicas (IPPR, por sus siglas en inglés). La entidad, formada  por un grupo de expertos, encontró que el 69% de los inmigrantes de la UE que laboran actualmente en Reino Unido no serían elegibles para una visa de trabajo calificado con este sistema.

El grupo de expertos descubrió que el 66% de los migrantes existentes de la UE que trabajan en el sector social y de salud no habría sido elegible para ingresar a Reino Unido bajo el nuevo sistema. Las cifras aumentan en los inmigrantes que trabajan en transporte y almacenamiento con un 90%, un 85% para los que trabajan en hoteles y restaurantes, y un 59% para los que están vinculados al sector de la construcción.

Pero el sistema también ofrece medidas que parecen liberales: se elimina el límite general de los permisos de trabajo, los trabajadores calificados ahora solo necesitan calificaciones de nivel A en lugar de educación universitaria, y el umbral salarial para el trabajo calificado se redujo de 30.000 libras anuales ($ 38.795) a 25.600 libras anuales, y cae aún más para sectores con escasez de mano de obra, pasando a 20.480 libras al año. 

Ben Greening, director ejecutivo de Migration Watch U.K., que hace campaña para reducir la migración, estimó que poner fin a la inmigración no calificada sería una verdadera victoria para el público británico y la economía británica. Sin embargo, “estas propuestas sugieren que el Gobierno no toma en serio tomar el control de la inmigración”.

La declaración del Gobierno respecto al proyecto dice: “No introduciremos una ruta de trabajo general poco calificada o temporal. Necesitamos alejar el enfoque de nuestra economía de la dependencia de la mano de obra barata de Europa y, en cambio, concentrarnos en la inversión en tecnología y automatización. Los empleadores deberán adaptarse”.

Para la oposición política y distintas asociaciones sectoriales, el programa del Gobierno de Johnson es impracticable y una amenaza para la economía nacional y regional.

La jefa de la Unión Nacional de Agricultores, Minette Batters, señaló que “el sector manufacturero más grande de Reino Unido, la alimentación y la agricultura británicas están en el centro de nuestra economía y cualquier política de inmigración debe cumplir con sus necesidades”.

“Hemos dicho repetidamente que para las empresas agrícolas se trata de tener la gama completa de habilidades necesarias, desde recolectores y empacadores hasta procesadores de carne y veterinarios, si queremos continuar entregando alimentos de alta calidad y asequibles para el público. Si no se proporciona una ruta de entrada para estos trabajos, se verá gravemente afectado el sector agrícola”, enfatizó Batters.

Por su parte, el director general de la Cámara de Comercio Británica, Adam Marshall, mencionó que la escasez crítica de mano de obra significa que las empresas aún necesitarán acceso a trabajadores extranjeros en todos los niveles de habilidades. “El proceso de solicitud debe simplificarse radicalmente”, añadió.

El sindicato del sector público y de salud, Unison, consideró que el nuevo sistema es un “desastre para el sector sanitario”. (I)