Plan de paz insiste en una transición política que colme las aspiraciones legítimas del pueblo de Siria
En una declaración adoptada el lunes, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (OUN) expresó su apoyo a las negociaciones preparatorias intensivas sobre asuntos cruciales para restaurar la paz en Siria, una señal de posible cambio en el cuerpo más poderoso del organismo internacional, el cual ha estado profundamente dividido sobre cómo terminar la guerra que ha costado la vida de más de 250.000 personas.
El documento, promovido por Francia, insta a todos los actores a participar de buena fe en los esfuerzos del enviado especial Staffan de Mistura y exige que todas las partes colaboren con urgencia en la aplicación del comunicado de Ginebra (junio de 2012), que incluye un alto el fuego inmediato.
El documento destaca que el fin del conflicto en ese país solo se alcanzará "mediante un proceso político inclusivo y dirigido por Siria que colme las aspiraciones legítimas del pueblo sirio", y pide a las partes que trabajen en esa dirección.
También exige que "todas las partes pongan de inmediato fin a todos los ataques perpetrados contra civiles, así como el uso indiscriminado de armas en zonas pobladas, incluidos disparos de artillería y las bombas de barril".
Asimismo, pide que se ponga fin a la "detención arbitraria, la tortura, los secuestros y las desapariciones forzadas de civiles y se libere de inmediato a las personas detenidas de forma arbitraria, incluidos los periodistas y el personal humanitario".
Transición política
El Consejo anima a las partes a avanzar hacia negociaciones para una transición política que aborden temas políticos, jurídicos, militares y de seguridad, así como métodos para luchar contra los grupos terroristas que operan en ese país.
Esa transición política, agrega la declaración, debe colmar "las aspiraciones legítimas del pueblo sirio" y debe permitir "determinar su futuro de forma independiente y democrática, incluso mediante el establecimiento de un órgano de gobierno de transición inclusivo, con plenos poderes ejecutivos".
No obstante, el plan de acción requeriría que el presidente sirio Bashar al Assad entregue el poder en algún momento no especificado.
Rafael Ramírez Carreño, embajador de Venezuela ante la ONU, dijo al Consejo después de que se leyó la proclama en una reunión abierta que ésta viola "la soberanía y autodeterminación del pueblo sirio al promover una transición política que incluye el establecimiento de un gobierno de transición sin su consentimiento, lo cual va contra la Carta de las Naciones Unidas".
También lamentó que la declaración haya sido preparada solo por los cinco países permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido), en un procedimiento "que adoleció de la inclusividad requerida".
No obstante, Ramírez Carreño dijo que Venezuela decidió actuar "para no obstruir este documento porque pensamos sinceramente que debemos dar una oportunidad a la paz, y que tenemos que dar una oportunidad a soluciones políticas".
El texto es el primero en dos años referente al conflicto en Siria que logra la aprobación necesaria de los miembros del Consejo de Seguridad para ser adoptada.
La idea de formar en Siria un gobierno de transición quedó plasmada en el comunicado de Ginebra del 30 de junio de 2012.
Emergencia humanitaria
La declaración también manifiesta alarma por la emergencia humanitaria, la mayor que hay actualmente, derivada de la crisis siria y advierte que representa una amenaza para la paz y seguridad de la región.
El Consejo recordó que en los más de cuatro años de conflicto han muerto en Siria al menos 250.000 personas y 12 millones han debido huir de sus hogares, 4 millones de las cuales han buscado refugio en países vecinos.
Finalmente, señala que todas las partes deben respetar el derecho humanitario internacional y permitir la entrada irrestricta de asistencia humanitaria. (I)