Pesadilla nuclear crece en Japón
La tercera potencia mundial vive desde el viernes pasado una permanente pesadilla debido al terremoto, un tsunami, una alerta nuclear, que se intensificó más con una doble explosión ayer en el reactor número 3 de la central de Fukushima; y una economía que se tambalea.
La cifra de fallecidos por el devastador sismo de 8,9 grados en la escala de Richter, el peor ocurrido en los 140 años de historia de Japón, no cesa de incrementarse, por lo que las tareas de rescate con 100.000 soldados que peinan las zonas de desastre continúan. Hay cerca de 4.000 muertos, sumando los 2.000 cadáveres encontrados ayer en las costas de la prefectura de Miyagi (noreste). La cifra anterior era de 1.897 muertos. Sin embargo, la cantidad de fallecidos podría llegar a 10.000, debido a que hay una cifra similar de desaparecidos, además de 1.419 heridos y 590.000 evacuados de la zona del desastre, incluidas 210.000 que viven cerca de las plantas nucleares de Fukushima.
Una doble explosión en el reactor número
3 de la central nuclear de Fukushima 1 alimentó ayer el temor de un desastre atómico en Japón.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno nipón por tranquilizar, el mundo entero sigue con inquietud el desarrollo de una condición extremadamente inestable.
Ante la gravedad de la situación en la central de Fukushima 1, en la que tres reactores tienen dificultades de enfriamiento, Japón pidió ayuda a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y a Estados Unidos.
Las explosiones de ayer en Fukushima 1, situada a solo 250 km al noreste de Tokio, la megalópolis más importante del mundo con 35 millones de habitantes, hirieron a once personas, aunque el reactor y el recinto de contención no resultaron dañados, según la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón. Una explosión se produjo el sábado en el reactor número 1, que dejó un muerto y once heridos.
La Tokyo Electric Power (Tepco), operadora de Fukushima 1, admitió, además, la posibilidad de que el combustible del reactor 2 se comenzó a fundir a causa de una avería en el circuito de enfriamiento. Poco después, la agencia Kyodo indicó que las barras de combustible de la central 2 habían quedado totalmente expuestas por el descenso del nivel del agua de enfriamiento.
La posibilidad de que la situación e
n la central nuclear japonesa de Fukushima llegue al nivel de la explosión en Chernóbil en 1986 es muy improbable, afirmó el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Sin embargo, el presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear (ASN) de Francia, André-Claude Lacoste, dijo ayer que el accidente de la central nuclear nipona de Fukushima podría ser de nivel 5 o 6 sobre una escala de 7, es decir, por encima del nivel 4 que ha admitido Japón.
El accidente en la central nuclear nipona Fukushima Daichi llevó también a realizar pruebas de resistencia de sus plantas atómicas a la Unión Europea (UE), y Alemania anunció una moratoria a la prolongación de la vida de las suyas. De los 27 países de la UE, 14 tienen centrales nucleares, sumando un total de 143 reactores atómicos.
Las autoridades estadounidenses, por su parte, evaluaron ayer como “muy escasa” la probabilidad de que una nube radiactiva emitida por los reactores nucleares dañados por el sismo en Japón alcance territorio estadounidense, incluido el archipiélago de Hawái.
La peor crisis en el país tras la II Guerra Mundial (1939-1945) empieza también a hacer temblar la economía del país asiático y a generar medidas por precaución.
En el primer día hábil en Japón desde el violento sismo del viernes, el Banco de Japón procedió ayer a la inyección de liquidez más importante de su historia, poniendo a disposición del mercado 15 billones de yenes (184.000 millones de dólares), para ayudar a estabilizar el mercado de divisas.
Sin embargo, semejante intervención no tuvo gran repercusión en un mercado japonés de valores muy nervioso: la Bolsa de Tokio cayó 6,18%, pasando por debajo de los 10.000 puntos (9.620,49 puntos), en una plaza inquieta por las consecuencias del devastador sismo. Según una estimación inicial publicada por AIR Worldwide, especialista de la evaluación del riesgo, el coste de la catástrofe podría ascender para los seguros a 34.600 millones de dólares.
El terremoto ha provocado, además, que las principales empresas que operan en el país paralicen su producción, entre ellas Toyota, Honda, Nissan, Suzuki, Mitsubishi y Sony. Durante la sesión bursátil, Toyota --cuya producción quedará suspendida al menos hasta mañana-- y Nissan llegaron a perder casi 10%.
La caída se extendió hasta los más emblemáticos grupos japoneses. Toshiba, que produce reactores nucleares, cayó 16% y Sony, que también suspendió la actividad en varias plantas, se hundió más de 9%. La medida anunciada por Toyota afecta a las doce fábricas de la firma en Japón y supondrá este mes un descenso de la producción de 40.000 vehículos.
Toyota fabrica el 38% de sus vehículos en este país. En este mismo sentido, Honda no retomará su actividad hasta el próximo 20 de marzo y su decisión de no abrir sus fábricas afecta a todas las plantas del grupo, excepto a una fábrica de motocicletas ubicada en la isla de Kyushu. Japón produce el 22% de los vehículos de Honda.