El hecho ocurrió en Perú en donde un juzgado de la región Áncash condenó a cadena perpetua a un sacerdote por abuso sexual a una niña durante cinco años.

El clérigo empezó a agredir a la menor cuando esta tenía apenas nueve años entre 2014 y 2019. Identificado como Maurilio Villafana Morales, fue hallado culpable del delito de violación de la libertad sexual de una niña por lo que se ordenó su captura.

El Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de la Corte Superior de Áncash impuso la pena y publicó en la red social Twitter: "Los ultrajes continuaron, en reiteradas oportunidades, hasta el mes de abril del 2019".

Adicional, el religioso, que está prófugo, deberá pagar una reparación civil de 6.000 soles (unos USD 1.600) a la víctima, cuya identidad se mantiene en reserva.

Además, la sentencia inhabilita al sacerdote para ingresar o reingresar al servicio docente o administrativo en instituciones de educación básica o superior, pública o privada, o en todo órgano dedicado a la educación, capacitación, formación, resocialización o rehabilitación.