El Gobierno de Perú pretende lograr la erradicación de más de 10.000 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca durante este año, informó este jueves el ministro del Interior, Óscar Valdés.

"El Estado se ha propuesto para este año 10.000 hectáreas", dijo Valdés antes de añadir que su ministerio, por intermedio del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos de Coca (Corah) va a "hacer posible" que se alcance, e incluso se supere, esa meta.

Tras participar en la quema en Lima de 6,5 toneladas de droga incautada, Valdés explicó que su despacho cuenta con un cronograma para alcanzar esa cifra de erradicación, similar a la lograda en los últimos dos años.

Añadió que aún se trabaja en los programas que se aplicarán entre 2013 y 2016.

Sobre la lucha contra el narcotráfico, el ministro Valdés señaló que la Policía está bloqueando las rutas de acceso y salida de los insumos químicos y la droga en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae), la principal zona de producción de la sustancia ilegal.

Por su parte, el presidente de la estatal Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón, señaló que la erradicación forma parte de una estrategia integral que incluye otras acciones.

"Para que no quepa ninguna duda, el Gobierno de Perú tiene una política de Estado integral, coordinada y articulada con todos los frentes de la lucha contra el narcotráfico: en el campo, pozas de maceración, en las calles, los esquemas financieros y no financieros, y de investigación e inteligencia", afirmó.

Soberón ha sido una de las figuras del Gobierno más criticadas desde que Ollanta Humala asumió la presidencia el pasado 28 de julio, sobre todo después de que se anunciara el cese temporal de las acciones de erradicación, retomadas a los pocos días.

Algunos medios y políticos opositores señalan, además, que Soberón ha mantenido un vínculo muy cercano con los representantes de los productores de hoja de coca.

Según cifras de las Naciones Unidas, Perú es el segundo productor mundial de hoja de coca (la materia prima de la cocaína), después de Colombia, con más de 61.000 hectáreas cultivadas en el país durante 2010.