Víctimas de pederastas reclaman reparación
Durante años anduvo a sus anchas por los pasillos del Vaticano. Para las autoridades era un ejemplo, un hombre íntegro, adulador, con capacidad de liderazgo. Juan Pablo II lo consideró “guía eficaz de la juventud”.
Pero, durante décadas, muchos en la Iglesia sabían que en realidad Marcial Maciel (1920-2008), fundador mexicano de los Legionarios de Cristo y afincado durante años en España, era un depredador.
Ahora tras casi ocho décadas de encubrimiento, la congregación, creada en 1941, reconoció los abusos cometidos por Maciel y otros 33 sacerdotes católicos miembros de la agrupación en diversas jurisdicciones religiosas.
En un reporte difundido el pasado fin de semana, los Legionarios de Cristo indican que, en 78 años de historia, 175 menores de edad fueron víctimas de las agresiones sexuales cometidas por sacerdotes pederastas de la congregación. Solo Maciel habría abusado de 60 menores tanto en México, donde él ejerció el sacerdocio, como en otras partes del mundo.
La revelación llegó tres días después de que el papa Francisco levantara el “secreto pontificio” sobre los actos de pedofilia en la Iglesia.
Sin embargo, el “abominable” Maciel murió en 2008, a los 88 años, “en calidad de santo, venerado por una orden religiosa cómplice de sus pecados y crímenes sexuales”, indicó Bernardo Barranco en una opinión en diario Milenio.
“Llevamos más de 70 años encubriendo, y esto es un tremendo error”, apuntó el cardenal João Braz de Aviz en una entrevista en la revista católica Vida Nueva recogida por El País.
La Santa Sede recibió las primeras denuncias de abusos contra Marcial Maciel en 1948. Pero no hizo nada hasta que, en 2006, el Papa Benedicto XVI condenaba al fundador de los Legionarios de Cristo a una vida de oración y silencio, apartado del mundo, al comprobar que abusó sistemáticamente de menores y que, además, mantenía una doble vida, con mujeres y hasta media docena de hijos.
Insuficiente y tardío
Para el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, el informe sobre sacerdotes pederastas de los Legionarios queda como un modelo nefasto de encubrimiento, pues reporta el número de víctimas y victimarios, pero es insuficiente porque no señala a los cómplices.
“Este informe llega tarde, llega incompleto y queda bajo sospecha de que no es total lo que ahí se dice”, dijo el Arzobispo, en conferencia de prensa en la Catedral.
En enero ocho víctimas de los abusos sexuales de Maciel, en México, acudirán a la justicia de su país para pedir una reparación.
Las víctimas, que en su mayoría tienen más de 80 años, acudirán a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) del Gobierno de México, para que se pronuncie sobre los daños morales que sufrieron por los abusos de Maciel.
Sergio Méndez, abogado de los afectados, indicó que México aprobó en 2012 una Ley General de Víctimas, que obliga al Estado mediante la CEAV a reparar a las personas que hayan sufrido violaciones de derechos humanos.
Para el exsacerdote Alberto Athie, uno de los primeros en denunciar los abusos de Maciel, hay una complicidad de parte del Estado mexicano que afecta a las víctimas de pederastia clerical.
Las fracciones parlamentarias del PAN y PRD en la Cámara de Diputados también consideraron insuficiente el informe de Los Legionarios de Cristo sobre los abusos sexuales a menores. Las agrupaciones políticas coincidieron en que deben analizar a detalle las denuncias y fincar responsabilidades. (I)