Parlamento boliviano estudiará carta de renuncia de Evo Morales
La directiva de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia informó que el martes 21 de enero de 2020 analizará la carta de renuncia emitida hace más de dos meses por el expresidente Evo Morales.
La convocatoria firmada por la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, hace un llamado a la décima octava sesión que aglutina a los legisladores de las Cámaras de senadores y diputados, cuyo orden del día fija la lectura de correspondencia.
Al respecto, Omar Aguilar, senador por el Movimiento Al Socialismo (MAS), explicó a la prensa que según el orden de la sesión corresponde dar lectura a las renuncias del líder indígena y de su vicepresidente Álvaro García Linera, justo al límite del plazo de su mandato que inicialmente debía finalizar este 22 de enero de 2020.
Asimismo, el legislativo recalcó que "la Asamblea deberá tomar una decisión al respecto, si acepta las cartas de renuncia o si las rechaza".
En ese sentido, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, destacó el lunes 20 de enero de 2020 que el órgano Legislativo debe tratar la renuncia del exmandatario pues de no hacerlo, los legisladores podrían ser objeto de un "proceso por incumplimiento de deberes", enfatizó.
El 10 de noviembre de 2019 altos mandos militares y de la policía obligaron a Morales y a García a renunciar al cargo, en un ambiente de denuncias de fraude electoral, un motín policial y manifestaciones convocadas por los cívicos.
Desde antes de las elecciones generales del 20 de octubre de 2019 y en las que resultó ganador el primer presidente indígena de Bolivia con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre Carlos Mesa, su rival más cercano, los sectores radicales de la derecha advertían que no reconocerían su victoria y ya cantaban un supuesto fraude.
El gobierno de Evo invitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a revisar el proceso electoral, sin embargo, este organismo emitió un informe donde hablaba de irregularidades, pero no de fraude e incendió la chispa que faltaba para el golpe de Estado.
Ante esa ruptura del hilo institucional, Morales primero convocó a nuevas elecciones, pero ante las amenazas al pueblo por parte de sectores extremistas, se vio obligado a renunciar para evitar un baño de sangre.
"Lamento mucho este golpe cívico con una parte de la Policía para plegarse y atentar contra la democracia, contra la paz social, con violencia, con amedrentamiento para intimidar al pueblo boliviano", aseguró en una intervención realizada desde Chimoré, Cochabamba, bastión del proceso de cambio que lideró. (I)