Parlamento británico esperar abrir sus puertas el próximo 2 de junio
El gobierno británico prometió el regreso de los legisladores a las bancas verdes del Parlamento y la implementación de un sistema de “pruebas, localización y rastreo” contra la pandemia de coronavirus para el 2 de junio, con la esperanza de persuadir al país de que es momento de comenzar a salir cautelosamente de la cuarentena por el coronavirus.
El gobierno espera que el compromiso también pueda allanar el camino hacia la reapertura de las escuelas para algunos de los niños más pequeños.
El primer ministro, Boris Johnson, anunció el compromiso de rastreo de contactos después de que su gobierno recibiera más críticas por no tener un sistema a nivel nacional en las últimas 10 semanas. Ser capaz de rastrear a los contactos de quienes se han contagiado del virus es considerado un punto básico para el plan del gobierno de aliviar aún más las restricciones de la cuarentena.
“Logramos avances rápidos en pruebas y rastreo, y tengo mucha confianza en que para el 1 de junio tendremos un sistema que nos habilite, que nos ayude mucho para vencer esta enfermedad y hacer que el país avance”, dijo Johnson.
Johnson señaló que habrá un sistema de 25.000 rastreadores que podrán seguir los contactos de 10.000 casos nuevos por día. El nivel actual es de 2.400 casos diarios. No especificó si la aplicación de rastreo que se prueba en la Isla de Wight, en la costa sur de Inglaterra, estará lista para entonces.
Johnson respondía a las críticas de Keir Starmer, el líder del principal partido laborista opositor, quien despotricó contra el gobierno por no tener “ningún sistema de rastreo” desde el 12 de marzo, cuando él dijo que el rastreo extenso estaba “abandonado”. Starmer afirmó que es un “gran agujero” en la defensa del país contra el coronavirus.
En un intento por normalizar el regreso al trabajo ahora que la cantidad de infecciones disminuye, el gobierno también dijo que veía la forma para que los legisladores regresen al Parlamento el 2 de junio, una ambición que ha generado dudas sobre la seguridad de sus miembros. El Parlamento lleva un mes operando de forma “híbrida”, con pocos legisladores permitidos en la cámara al mismo tiempo y todos apegados a las guías de distanciamiento social.