Papandréu convoca un referendo de reformas para aplacar críticas
En una medida destinada a templar el descontento en la calle, el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, anunció ayer que convocará un referendo en otoño para introducir cambios en el sistema político y administrativo del país, al borde de la quiebra por su abultada deuda.
Papandréu está dispuesto a presentar en una consulta popular cambios que calificó en el Parlamento como “necesarios para terminar con los problemas que trajeron la crisis”.
El Primer Ministro informó que nombrará un equipo de 20 a 25 asesores de todos los sectores para estudiar los cambios necesarios y “a continuación convocaré un referéndum en otoño”.
El plebiscito abordará las medidas que estudiará el citado equipo, cuyo objetivo será corregir males como la corrupción, la evasión de impuestos, la fuga de capitales y los privilegios de los diputados y altos funcionarios.
Esos asuntos están en el centro de las críticas del movimiento griego de los “indignados”, que desde hace casi un mes protestan de forma pacífica a diario ante el Parlamento, y en otras muchas plazas, pidiendo que “se vayan los ladrones”.
De esta forma y después de haber tratado de imponer el orden en su partido con una remodelación del gabinete, Papandréu parece estar tratando de hacer un guiño a la calle para aplacar el descontento popular.
En su intervención reconoció que “el sentimiento de injusticia entre el pueblo (...) puede hacer explosionar todo el sistema político actual”.