Papa insta a que no ocurran más tragedias tras la muerte de niños en Damasco
El papa Francisco instó hoy a que "estas tragedias no ocurran más" tras la muerte hace dos días en Damasco de varios niños que regresaban de la escuela en autobús, mientras otros resultaron heridos por proyectiles de mortero, un hecho por el que ha sentido un "gran dolor".
"Por favor", dijo enérgicamente, "que estas tragedias no ocurran más" y pidió rezar "fuertemente" por ello al tiempo que renovó su llamamiento por la paz en Siria, durante la audiencia tradicional de los miércoles.
El papa Francisco presidió el acto que se celebró en la Plaza de San Pedro ante unas 80.000 personas en una jornada ya invernal.
El papa argentino dedicó la catequesis al Bautismo, es decir, al "segundo cumpleaños": el nacimiento a la Iglesia de la que todos hoy buscareis la fecha.
"Que alcen la mano los que recuerden el día de su bautismo ...Sois pocos, ¿eh?", asintió el pontífice.
Y añadió que es mejor no preguntar a los obispos presentes en la audiencia si recuerdan el día de su bautizo para no pasar "vergüenza".
El bautismo -explicó- nos abre la puerta de la Iglesia, por tanto buscad el fecha del bautismo, es la puerta de la fe y de la vida cristina, el que crea y sea bautizado será salvado.
Además -dijo- cuando la puerta se cierra, está a confesión que la reabre, porque Dios nos perdona todo.
En lengua española Bergolio afirmó que el bautismo es la fuente de la fe, un camino de conversión que dura toda la vida, es un inmersión en la muerte de Jesús para resucitar en la nueva vida.
En el Bautismo la misericordia de Dios interviene para salvarnos y perdonarnos los pecados, abriéndonos la puerta a una nueva vida y librándonos de satanás que siempre está al acecho.
Por otro lado, el papa saludó a los peregrinos de España, Argentina, México, Venezuela, Guatemala y otros países latinoamericanos.
Asimismo Francisco se dirigió con afecto a los familiares de las víctimas de un atentado registrado en 2003 contra la misión italiana en la localidad iraquí de Nasiriya, en el que murieron 17 militares italianos y dos civiles, así como nueve iraquíes.
El papa recordó, por último, a las personas golpeadas por el tifón en las islas filipinas y la necesidad de ayudarlas; "estas son las verdaderas batallas para combatir, por la vida, nunca por la muerte", expresó.