Papa denuncia división de la Iglesia y pide una renovación
Ciudad del Vaticano
El papa Benedicto XVI anunció que tras su renuncia se retirará al aislamiento y lejos de la atención pública. Así lo advirtió el jueves al presidir el último encuentro de su pontificado con el clero romano en el Vaticano, donde urgió a una renovación de la Iglesia tras haber denunciado las rivalidades que amenazan a la milenaria institución.
“Aunque me retire a la oración, siempre estaré cerca de ustedes y estoy seguro de que ustedes estarán cerca de mí, aunque para el mundo permanezca oculto”, afirmó en declaraciones espontáneas a los sacerdotes de la diócesis de Roma.
El encuentro, celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano, estaba previsto antes de que Benedicto XVI anunciara el pasado lunes que renunciará al papado el 28 de febrero, por eso adquirió un significado mayor, ya que fue la última vez que se reunió con toda su diócesis. Benedicto XVI, vestido con su tradicional sotana blanca, instó además a una “verdadera renovación” de la Iglesia.
El Papa habló de su pasado como teólogo y contó anécdotas relacionadas con el Concilio Vaticano II, en la década del 60, en el que participó activamente, un evento considerado clave para la modernización de la Iglesia del siglo XX. Según opinó, las reformas aprobadas entonces, su apertura al diálogo con el mundo, “no se han realizado”.
El primer jefe de la Iglesia en siete siglos en renunciar a su cargo consideró que la visión actual que dan los medios de comunicación de la Iglesia, tan política, “ha creado problemas, ha sido una calamidad”. “Tenemos que trabajar para que se realice verdaderamente el Concilio Vaticano II y se renueve la Iglesia”, dijo a los religiosos en la Sala Pablo VI del Vaticano.
La víspera, el Sumo Pontífice expresó palabras de condena a la Iglesia, a la que llamó a superar “hipocresías”, “rivalidades” y “divisiones”, lo cual fue interpretado como una referencia a las luchas internas por el poder y a las intrigas dentro del Vaticano que han marcado sus casi ocho años de pontificado.
Para muchos observadores y vaticanistas, esos escándalos jugaron un papel fundamental en la decisión de anunciar el lunes su intención de dejar de ser Papa.
El cardenal sudafricano Wilfriel Fox Napier, en la lista de los “papables”, estima que el cónclave para la elección de su sucesor podrá durar mucho tiempo. “El elegido, independiente de la persona, tiene el camino marcado, deberá completar la purificación iniciada por Benedicto XVI”, explicó el purpurado, al referirse al testamento teológico del Padre Santo.
El Vaticano informó que el Papa alemán, Joseph Ratzinger, una vez retirado vivirá discretamente en un convento de monjas de clausura, ahora vacío, dentro del Vaticano, de tal forma que cohabitará con su sucesor. “Si su sucesor quiere sus consejos, será totalmente libre de dárselos pero no tendrá ninguna obligación”, explicó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.