Con 21 propuestas, Papa busca solución a abusos sexuales de sacerdotes
El papa Francisco inauguró una cumbre histórica para prevenir el abuso sexual clerical. En ella pidió al clero “propuestas concretas” y publicó las 21 ideas sobre las cuales trabajar.
El Sumo Pontífice argentino llamó al abuso sexual como un “flagelo” e instó a los prelados que asistieron a “escuchar el grito de los pequeños que piden justicia”.
La cumbre, que concluirá el domingo, convocó a 190 personas en el Vaticano, entre ellas 114 delegados de las conferencias episcopales, representantes feministas y víctimas de abusos sexuales.
La lista de las propuestas la establecieron diferentes comités y conferencias episcopales. El experto en este tema, Charles Scicluna, arzobispo de Malta, definió como una “hoja de ruta” que guiará el debate sobre la responsabilidad de los obispos en su tarea pastoral, espiritual y jurídica.
Los 21 puntos
El Papa indicó que los 21 ítems son “un simple punto de partida” y la figura “la elaboración de un vademécum, en el que se especifican los pasos que seguirá la autoridad en todos los momentos clave del surgimiento de un caso”.
Entre los puntos por debatir se incluyen “informar a las autoridades superiores, tanto civiles como eclesiásticas, de conformidad con las normas civiles y canónicas” e “implementar procedimientos compartidos para el examen de las denuncias, la protección de las víctimas y el derecho de defensa del acusado”.
Una de estas propuestas “concretas” es la de garantizar “la proporcionalidad del castigo con respecto al delito cometido” y “realizar una evaluación psicológica a cargo de expertos cualificados y acreditados para los candidatos al sacerdocio y la vida consagrada”.
Sin embargo, a las asociaciones de víctimas de abusos de parte del clero no les pareció que estas propuestas reflejen la “tolerancia cero” prometida por Francisco hace días.
Medidas no llenan expectativas
El papa Francisco “no se toma en serio el problema” de los abusos sexuales, enfatizó decepcionado Miguel Hurtado.
La víctima, que denunció a un monje de Montserrat (Cataluña), consideró estas propuestas “muy vagas” y “muy flojas”.
Hurtado lamentó que no incluyen “las medidas básicas para garantizar la tolerancia cero” como que si “abusas de un niño te tienes que ir inmediatamente a la calle” o la “obligación de denunciar automáticamente todos los casos a la Policía”.
“Si esto es lo mejor que el Papa tiene que ofrecer, esta cumbre será un absoluto fracaso”, zanjó.
La cumbre comenzó con testimonios grabados de víctimas que relataron las violaciones sufridas y cómo se ignoraron sus denuncias.
“Lo primero que hicieron fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo y otros éramos enemigos de la Iglesia”, explicó en un video el chileno Juan Carlos Cruz, quien denunció al sacerdote Fernando Karadima, según la transcripción proporcionada por el Vaticano.
Una mujer africana relató que desde que tenía 15 años fue obligada a mantener relaciones sexuales con un sacerdote: “Estuve embarazada tres veces, él me hizo abortar tres veces”.
En la sesión de la mañana de ayer se escucharon las ponencias del arzobispo de Manila, el cardenal Luis Antonio Tagle, quien lanzó una dura acusación a los obispos y todos los que cerraron los ojos ante los pederastas y provocaron una “herida profunda” en los fieles.
Con emoción, incluso con lágrimas, el cardenal filipino dijo: “¿Cómo podemos expresar la fe en Cristo cuando cerramos los ojos a todas las heridas infligidas por el abuso?”.
El secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, recordó a los responsables de las iglesias que tienen el deber de respetar “los protocolos existentes” y “las leyes civiles y nacionales”. (I)