Miles de palestinos conmemoran hoy por toda Cisjordania el noveno aniversario de la muerte de Yasser Arafat, mientras crecen las demandas de una investigación internacional para aclarar las razones de su fallecimiento.

El acto principal de recuerdo tuvo lugar en la ciudad de Nablus, y asistieron miles de colegiales y dirigentes políticos de las principales facciones nacionalistas palestinas.

También en Jenín y en las demás ciudades cisjordanas fueron convocadas ceremonias que atrajeron a multitudes, y sólo en el poblado de Bet Omar, en Hebrón, se informó de un breve enfrentamiento con soldados israelíes.

Funcionarios que tomaron parte en el acto de Nablus recordaron los logros de Arafat en la causa palestina y los describieron como el "líder de la revolución" contra la ocupación israelí.

En algunos lugares los actos comenzaron con marchas en las que los adolescentes y jóvenes ondearon cientos de banderas nacionales y llevaban en alto grandes fotografías de su fallecido líder.

Arafat murió el 11 de noviembre de 2004 en un hospital militar de París después de varias semanas de agonía y tres años recluido por Israel en la Mukata de Ramala.

El viernes pasado una comisión oficial palestina acusó a Israel de estar detrás de su asesinato, tras corroborar dos institutos científicos -uno en Rusia y otro en Suiza- que en sus restos había concentraciones de polonio 18 veces superior a la normal.

La posibilidad de un envenenamiento, que el Instituto de Radiofísica Aplicada (IRA) de Lausane no pudo confirmar al cien por cien, pero consideró altamente probable, alentaron los numerosos llamamientos a que se abra una investigación internacional.

En un vídeo grabado para la principal de las ceremonias en Ramala, el actual presidente palestino, Mahmud Abás, aseguró que estaba decidido a descubrir la verdad independientemente de las consecuencias.

Algunos líderes palestinos alegan que ya hay pruebas suficientes para exigir una investigación internacional, y que no es necesario esperar a más resultados.