Los palestinos destacaron el discurso del presidente estadounidense, Barack Obama, ante estudiantes israelíes  en Jerusalén, en el que instó a Israel a poner fin a la ocupación de Palestina, pero pidieron que sus palabras se conviertan en hechos.

Previamente, tras una reunión con el dirigente palestino Mahmud Abas, el presidente norteamericano también afirmó  que los palestinos “merecen tener su propio Estado”.

En una conferencia de prensa junto con Abas, en la localidad cisjordana de Ramala, Obama aseguró que “Estados Unidos está profundamente comprometido en favor de un Estado palestino independiente y soberano”.

Sin embargo, sus palabras son opuestas a la acciones de su gobierno, ya que el 29 de noviembre pasado Estados Unidos votó contra una resolución aprobada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que reconoció a Palestina como Estado observador no miembro.         

“Los hechos juzgarán el compromiso que el presidente Obama ha asumido en favor del estado palestino”, declaró  Xavier Abu Eid, un portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Abu Eid señaló que “es importante considerar que Obama tuvo cuatro años para implementar una visión que hoy repitió y, en ese período, se han agregado 50.000 colonos judíos al Estado palestino”.

Husam Zulud, vicecomisario de Relaciones Exteriores del partido Al Fatah, coincidió con el portavoz de la OLP al resaltar que el discurso “son palabras y aquí necesitamos trabajo, acciones reales sobre el terreno”.

“Obama se va mañana (hoy), tras visitar  Belén y nos dejará atrás con un gobierno israelí extremista, que promete seguir con la ocupación, y nos deja atrás con el muro, los puestos de control militares, la discriminación, y con una situación que se está deteriorando”, enfatizó Zulud.

El presidente estadounidense llegó ayer a Ramala, donde   centenares de activistas palestinos  rechazaron su presencia, se quitaron los zapatos y corearon cánticos en su contra como: “deja de apoyar los crímenes de guerra israelíes”.

Obama llegó a suelo palestino  procedente de Jerusalén, donde reiteró su compromiso de impedir que Irán fabrique un arma nuclear y llamó a la salida del presidente sirio, Bashar Al Asad.

Al respecto,   el guía supremo de Irán, el ayatollah Alí Khamenei, indicó que destruirán Tel Aviv y Haifa si Israel, aliado de EE.UU.,  lanza un ataque militar en su contra.