El Gobierno de Pakistán ordenó a seis trabajadores extranjeros de la organización Save the Children abandonar el país tras vincularlos a un programa falso de vacunación que permitió a Estados Unidos localizar y matar al líder de la organización terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden.

Las autoridades estiman que el médico pakistaní Shakeel Afridi se valió de ese programa para tomar muestras de ADN de los hijos de Bin Laden, lo que permitió a la CIA ubicarlo en la ciudad de Abbottabad.

Ghulam Qadir, portavoz de la organización, negó ese contacto y aclaró que la institución se atendrá al ultimátum del gobierno de sacar a sus empleados extranjeros antes de cuatro semanas.

La operación contra el escondite del jefe de Al Qaeda el 2 de mayo del año pasado marcó un punto de inflexión en las relaciones entre Islamabad y Washington, pues el gobierno y la ciudadanía pakistaní la consideraron una flagrante violación a la soberanía nacional.