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Hijo de "El Chapo" puso en jaque al Gobierno mexicano
“No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”. Así justificó Manuel López Obrador, presidente de México, la casi inmediata liberación de Ovidio Guzmán, quien fue capturado el jueves 17 de octubre de 2019 en Culiacán, Sinaloa.
La decisión del Gabinete de Seguridad, que el Ejecutivo afirmó respaldar, fue tomada tras las balaceras que se desataron en la ciudad por la detención de Guzmán. Los enfrentamientos entre federales y delincuentes pusieron en peligro a los ciudadanos y dejaron —según EFE— al menos 8 muertos, 16 heridos y 49 reos fugados a causa de un motín.
Tras la liberación de Guzmán vuelve a evidenciarse la debilidad del Estado para detener la ola de violencia que vive el país a causa de los cárteles del narcotráfico y el poder que mantienen los delincuentes. Pero, ¿quién es Guzmán y por qué puso al mandatario mexicano entre la espada y la pared?
Ovidio Guzmán, alias “El Ratón” o “El Chapito”, es uno de los 10 hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa. “El Ratón” es hijo de la segunda esposa, Griselda López, señalada por jugar un rol clave en las dos fugas de “El Chapo”.
Tiene 28 años y es miembro activo del grupo criminal que fue liderado por su padre. Del matrimonio con López, Guzmán también tuvo otros tres hijos: Joaquín Guzmán Jr., Griselda y Édgar.
Édgar Guzmán fue asesinado en 2008, junto a un primo suyo durante una emboscada perpetrada por un cártel rival. “El Chapito” ha estado en la mira de la justicia estadounidense desde mayo de 2012.
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos tiene un papel importante en la organización delictiva que tiene a Sinaloa como bastión de operaciones. En febrero de 2019 fue acusado por el organismo de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a EE.UU., junto con su hermano Joaquín Guzmán López, de 34 años.
Está incluido en la lista de narcotraficantes internacionales “Kingpin Act” por el gobierno estadounidense, lo cual le otorga autoridad al gobierno estadounidense para aplicar sanciones a los narcotraficantes extranjeros importantes, así como a sus organizaciones con operaciones en todo el mundo.
Los fiscales estadounidenses dijeron que desde abril de 2008 hasta abril de 2018, los hermanos tramaron la distribución de cocaína, marihuana y metanfetamina desde México y otros lugares para llevarlos al país.
Sobre “El Ratón” pesa una orden de extradición solicitada desde septiembre por Estados Unidos. “El Ratón” supuestamente se encargaba del contrabando de grandes cargamentos de cocaína, según la acusación más reciente —señala diario El País, y contaba con el apoyo de su hermano mayor para completar esas diligencias.
Antes, la Oficina del Tesoro de EE.UU. congeló sus activos financieros y lo señaló como miembro del crimen organizado en 2012. Jesús Alfredo e Iván Guzmán, sus hermanastros, han sido identificados como los líderes de la organización criminal tras la extradición de “El Chapo” a EE.UU. el 20 de enero de 2017.
“Los Chapitos”, como se los conoce en conjunto, contarían con el apoyo de Ismael “El Mayo” Zambada, socio de “El Chapo” y considerado durante décadas como el líder en las sombras del cartel, de acuerdo con la prensa mexicana y estadounidense.
El deseo de “El Chapo” era que sus descendientes heredaran su “imperio”, aseguró la Fiscalía durante el juicio en Nueva York, en febrero de 2018, según el medio español.
Jesús Alfredo Guzmán y “El Mayo” Zambada están en la lista de los 10 más buscados por la Administración para el Control de Drogas (DEA), mientras que Ovidio Guzmán López fue señalado durante las audiencias contra su padre como un “lugarteniente clave”.
Alias “El Ratón” fue hallado por un comando de 30 militares y miembros de la Guardia Nacional en un casa en Culiacán. Para impedir su captura —señaló EFE— desató horas de tiroteos y bloqueos en la capital del estado, de unos 800 mil habitantes.
“Ante la violencia generalizada que se produjo, el gabinete de seguridad ordenó que se retiraran del domicilio” para acabar con esta operación “precipitada y mal planeada”, apuntó el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval Sandoval, quien aseguró que “formalmente no hubo una detención”.
Sandoval explicó que el comando entró en una vivienda sobre las 15:45 en la que se identificó al hijo de “El Chapo” y estuvieron dentro de la casa hasta aproximadamente las 17:00.
Poco después de este hecho, se produjo el caos, por lo que el Gabinete de Seguridad tomó “por unanimidad” la decisión de “retirar al personal” del inmueble.
Mientras que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo, defendió la política de seguridad del Gobierno mexicano y añadió que “no hay ningún pacto, absolutamente ningún pacto, con el crimen organizado”. (I)