Kiev/Washington

El conflicto en el este ucraniano se transformó ayer en una crisis internacional de consecuencias impredecibles, después de que organismos y líderes del mundo demandaron una investigación imparcial sobre el derribo de un avión de pasajeros de la compañía Malaysia Airlines. El avión cubría la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur con 298 personas a bordo, entre pasajeros y tripulación. No hubo sobrevivientes.

Según investigaciones preliminares, la nave habría sido derribada el jueves por un misil cuando sobrevolaba el espacio aéreo de Ucrania oriental, a tan solo 50 kilómetros de la frontera con Rusia y cerca de la zona de enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos.

Los representantes de los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU presentaron sus posiciones en cuanto a la catástrofe del vuelo MH17 y llamaron a una investigación detallada del accidente. Sin embargo, ciertos países se apresuraron a nombrar a los supuestos culpables sin contar con todos los datos. En este sentido, el representante de Kiev ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Yuriy Sergeyev, aseguró que prorrusos lo abatieron con misiles Buk aportados por Moscú.

El presidente estadounidense, Barack Obama, en una alocución desde la Casa Blanda, también endilgó hacia los separatistas prorrusos del este de Ucrania la responsabilidad del derribo del avión de pasajeros y pidió a Rusia que controle a sus aliados. “La evidencia indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire lanzado desde un área en Ucrania controlada por separatistas apoyados por Rusia”, dijo Obama.

Por su parte, el gobernante ruso, rechazó ayer todas las acusaciones y dijo que la catástrofe del avión malasio requiere una investigación “escrupulosa y objetiva”. El mandatario señaló que el suceso demuestra la necesidad de que se llegue cuanto antes a un arreglo pacífico del conflicto en el este de Ucrania.

Varios líderes mundiales ofrecieron sus condolencias a las familias de las víctimas de la catástrofe del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en Ucrania. Los organismos internacionales proponen crear una comisión de investigación de las causas de este trágico accidente.

“La gravedad del drama y su carácter inesperado (los precedentes de aviones derribados al sobrevolar una zona de conflicto son raros) tienen una primera consecuencia: demuestran que lo que ocurre en Ucrania es en efecto una guerra, que no estamos en un contexto de conflicto local”, estimó Camille Grand, director de la Fundación de Investigación Estratégica (FRS).

En el mismo sentido, Thomas Gomart, del Instituto francés de Relaciones Internacionales (IFRI), manifestó: “El este de Ucrania se ha convertido en un cáncer para la seguridad europea”.