La ONU presentó en colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) un plan destinado a aprovechar el potencial de los refugiados en los mercados de trabajo y que delinea una serie de acciones para incentivar al sector privado a que participe en este esfuerzo.

"Este plan de acción muestra la manera de garantizar que el potencial económico de los refugiados sea aprovechado adecuadamente, lo que contribuirá a su integración social y a ofrecer una alternativa en la que todos ganan: los refugiados, los empleadores y las comunidades", declaró el alto comisionado adjunto de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Volker Turk.

La propuesta contiene diez puntos, que hacen las veces de "buenas prácticas" y que están inspiradas en experiencias concretas que ya se encuentran en marcha en algunos países europeos.

La principal patronal de Dinamarca ha puesto en funcionamiento una línea telefónica dedicada a ofrecer ese tipo de informaciones a sus miembros, mientras que en el Reino Unido una asociación se encarga de buscar las coincidencias entre las competencias de los refugiados y los empleadores que ofrecen oportunidades de empleo de muy corto plazo (alrededor de doce días).

También en Dinamarca, así como en Noruega y Suecia, se inicia la identificación de las competencias profesionales de los refugiados en el proceso mismo de registro, a través de diferentes métodos, como la "evaluación rápida" que se hace en el segundo país o el "portafolio electrónico" que los propios refugiados se encargan de generar a través de una aplicación para teléfonos inteligentes en el último país.

En una etapa más avanzada, países como Hungría o Turquía ofrecen actividades de formación práctica a los refugiados -incluidos de tipo vocacional y para aprender el idioma nacional- para aumentar así sus posibilidades de acceder a un empleo.

En Alemania, con una experiencia que lidera la Asociación de Cámaras Alemanas de Comercio e Industria, se ha creado una red de miembros a los que les gustaría emplear refugiados o que ya cuentan con ellos en sus plantillas, con el fin de preparar a los responsables en la "gestión de la diversidad" o en como organizar el primer día de trabajo de estos migrantes.

Con respecto a todos esos modelos, Turk señaló que el plan de acción ofrece un nuevo enfoque, "por el cual los refugiados son incluidos en las comunidades desde el principio, ganan acceso a empleos y se sustentan por si mismos, contribuyendo al mismo tiempo a la economía local". (I)