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Once muertos, cinco de ellos gendarmes, en una emboscada en oeste de México

Once muertos, cinco de ellos gendarmes, en una emboscada en oeste de México
20 de marzo de 2015 - 22:27

Una emboscada de hombres armados en el oeste de México casuó 11 muertos, cinco de ellos uniformados, tres supuestos agresores y tres personas ajenas a este ataque, el peor sufrido por el nuevo cuerpo policial mexicano de la Gendarmería.

"Desgraciadamente en este enfrentamiento pierden la vida 11 personas, de las cuales cinco de ellos son elementos de la gendarmería, cinco masculinos civiles y una femenina que muere en un hospital", dijo en conferencia Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, fiscal General del estado de Jalisco.
La cifra de muertos se elevó a once tras la muerte en un hospital de una mujer herida.

La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) dijo más temprano en un comunicado que los cuerpos de tres de los fallecidos fueron hallados con fornituras con cartuchos y equipo táctico.

En la balacera ocurrida en el municipio de Ocotlán (estado de Jalisco) también resultaron heridos ocho gendarmes, uno de ellos de gravedad, agrega el texto.

El choque se originó durante un patrullaje de siete unidades de la Gendarmería por el centro de Ocotlán, situado a 80 km de Guadalajara -capital de Jalisco-, quienes fueron atacados a tiros desde un vehículo.
"Al lugar se aproximaron otros individuos armados, a bordo de cuando menos una decena de vehículos, quienes también accionaron armas de alto calibre" contra los gendarmes, describió la CNS.

Los uniformados intentaron repeler el ataque detonando una balacera que se extendió por más de media hora en varias calles de este municipio de unos 93.000 habitantes.

Un mando de la Gendarmería desplegado en Jalisco dijo que los agentes estaban verificando un ataque previo a la policía local cuando fueron emboscados.

En el lugar fueron incautadas siete armas largas y cuatro granadas de fragmentación, además de cinco vehículos presuntamente empleados por los agresores.

Se trata del ataque más mortífero que ha sufrido la Gendarmería, un cuerpo especial de unos 5.000 efectivos, desde que fue lanzada el año pasado por el presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) para proteger zonas y sectores económicos clave de la amenaza del crimen organizado.

"Hemos tenido lamentables bajas muy menores, de un elemento en algunos eventos", pero nada como este ataque, dijo una fuente federal a la AFP.

En el lugar del enfrentamiento quedaron esparcidos más de 2.000 casquillos de diversos calibres y al menos 31 construcciones resultaron con daños, añadió el fiscal de Jalisco.

El secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, envió sus condolencias por los agentes fallecidos mientras que el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, pidió a los testigos de los hechos que les informen en su número telefónico de emergencias.

                  
Región caliente

                  
La CNS no detalló qué grupo sería responsable del ataque pero en esa región, con costas sobre el océano Pacífico, opera el pujante cártel de Jalisco Nueva Generación.
Este cártel surgió hacia 2010 tras la muerte en un operativo militar del capo Ignacio Coronel Villarreal, alias "Nacho Coronel", quien controlaba la región para el poderoso cártel de Sinaloa que lideraba Joaquín "El Chapo" Guzmán.

En Jalisco se han perpetrado otros ataques contra autoridades en los últimos años. En septiembre, un diputado federal del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue secuestrado en la autopista que conduce al aeropuerto de Guadalajara, la segunda mayor ciudad de México con unos 4,5 millones de habitantes en su área metropolitana.

El cadáver del diputado fue hallado calcinado en una región vecina. En marzo de 2013 también fue asesinado a balazos el secretario de Turismo de Jalisco.
Decenas de cadáveres han sido hallados en fosas clandestinas en la región en los últimos años, un método usado por los narcotraficantes para ocultar a sus víctimas.

El gobierno de Peña Nieto ha insistido en que la criminalidad se ha reducido en su mandato respecto al anterior, de su predecesor Felipe Calderón (2006-2012), quien lanzó en 2006 una ofensiva militar contra el narcotráfico que derivó en una ola de violencia con más de 100.000 asesinatos y desapariciones desde entonces.

Sin embargo, en el país siguen ocurriendo crímenes impactantes como la desaparición en septiembre de los 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa que, según la fiscalía, acabaron siendo asesinados e incinerados por narcotraficantes coludidos con policías.

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