Ola de atentados en Irak deja al menos 41 muertos
Al menos 41 personas perdieron la vida y más de 200 resultaron heridas en una serie de ataques perpetrados en Bagdad y otras localidades de Irak, según informaron las fuerzas de seguridad.
Los atentados fueron efectuados mediante artefactos explosivos escondidos al borde de la calzada, coches bombas y ataques por hombres armados. Tuvieron como objetivo barrios suníes, chiíes y cristianos la capital iraquí.
El ataque más sangriento se produjo en el distrito bagdadí de Al Kazimiya. Allí unas seis personas perdieron la vida y otras quince resultaron heridas por la detonación de un vehículo cargado con explosivos cerca de un restaurante.
En el centro de la capital, en la zona de Al Sarafiya, seis personas, la mayoría policías, perecieron y otras tres sufrieron heridas por los disparos de un grupo armado que atacó un puesto de control.
Informes de varias fuentes locales aseguraron que otros ataques tuvieron lugar en los distritos de Al Saidiya, Mansur, Al Madaem y Karrada, dejando como saldo unos ocho fallecidos y 39 heridos.
En la provincia de Salahedín, al norte de Bagdad, la mayoría de los atentados estuvo dirigida contra edificios gubernamentales, así como contra la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán, el partido del presidente iraquí, Yalal Talabani.
De esos ataques, el más mortífero se registró en el barrio de Balad, donde cinco personas perdieron la vida y 25 resultaron heridas.
En la provincia de Diyala, próxima también a la capital iraquí, siete personas murieron y otras 36 resultaron lesionadas por la explosión de un coche bomba y varios artefactos en distintas localidades, entre ellas la capital Baquba.
La última en ser atacada fue la región de Babel, al sur de la capital. Allí perecieron al menos tres personas y más de un centenar resultaron heridas en ataques con explosivos, uno de ellos contra un colegio de primaria.
Se trata de la más sangrienta serie de atentados desde el 14 de enero, cuando un ataque suicida contra peregrinos chiítas había dejado al menos 53 muertos cerca de Basora (sur).
El Ministerio de Interior iraquí acusó a Al Qaeda y a los grupos armados vinculados a esa organización terrorista de estar detrás de los ataques de hoy.
En un comunicado, el Gobierno apuntó que los grupos terroristas "están haciendo grandes esfuerzos para dar la impresión de que la situación de seguridad en Irak no es estable" e intentan demostrar a los seguidores de Al Qaeda que todavía actúan en territorio iraquí.
Además, el Ejecutivo argumentó que Al Qaeda tenía interés en atentar en Bagdad después de que "sus últimos ataques hayan fracasado en cuanto a la obtención de sus objetivos políticos y mediáticos".
El 29 de marzo próximo, Irak será sede de la próxima cumbre árabe, la primera después de la ola revolucionaria que conmocionó la región y que sigue ensangrentando a Siria, marcando así su retorno a la escena árabe.