Obama y Romney se acusan de querer subir los tributos
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival republicano, Mitt Romney, prometieron recortes de impuestos, pero exhibieron grandes diferencias económicas en el primero de sus tres debates, en Denver, en la disputa por la Casa Blanca, a 33 días de las elecciones.
Agresivo desde el principio, Romney atacó el balance de cuatro años de gobierno de Obama, que tildó de fracaso, para intentar recuperar el terreno perdido en las encuestas, que lo colocan hasta ahora por detrás del presidente demócrata.
Obama defendió un “nuevo patriotismo económico” y acusó a su rival de querer repetir el modelo económico de los ocho años de presidencia de George W. Bush. Pero ambos empezaron a disputar, rápidamente, un tema clave: la reducción de impuestos para intentar relanzar la economía.
El presidente Obama se burló de su rival republicano, quien había presentado un plan de recortes generalizados, para todas las clases sociales. Durante 18 meses ha estado hablando de su plan de recortes fiscales y ahora, a cinco semanas de las elecciones, dice que su gran idea “no importa”, argumentó Obama, quien considera imposible cuadrar las cuentas públicas sin subir impuestos a los más ricos. El segundo debate presidencial se realizará el 11 de octubre.