Washington, 17 jun (EFE).- El mandatario de EE.UU., Barack Obama, y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, se preparan hoy para lo que promete ser un duro duelo histórico entre ambos... en una partida de golf.

Los dos políticos, el demócrata en la Casa Blanca y el republicano en el Capitolio, son ávidos entusiastas del golf y medirán mañana sus habilidades por primera vez, al tiempo que -es de esperar- abordan sus diferencias en áreas como el recorte del déficit presupuestario, la intervención militar en Libia o el sistema de salud.

La Casa Blanca no ha querido divulgar hasta el momento en qué campo tendrá lugar la partida. Según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, la partida representa una buena oportunidad para que los líderes puedan reunirse de manera relajada y puedan socializar sin sentirse presionados.

El juego "tiene un valor que va más allá de una mera partida", explicó el portavoz. También, según Carney, el presidente del país y el de la Cámara baja tendrán oportunidad de tratar de resolver sus diferencias.

Libia registra un cruento conflicto desde febrero, cuando protestas y levantamientos de rebeldes que exigen la salida del líder Muamar el Gadafi fueron reprimidos por el régimen libio, lo que llevó a finales de marzo pasado al inicio de una intervención militar internacional.

Boehner reclamó el martes en una carta a Obama que antes del domingo procurara la aprobación del Congreso a esas operaciones o retirara las tropas, pues de otro modo el mandatario estaría violando la Ley de Poderes de Guerra.

La Casa Blanca respondió con un documento de 30 páginas en el que explica que las fuerzas estadounidenses no se enfrentan a "hostilidades" en Libia, dado que su papel dentro de la misión de la OTAN es simplemente de apoyo, por lo que no se debe aplicar la Ley de Poderes de Guerra.

La residencia presidencial ha prometido que la prensa podrá cubrir al menos una parte del juego entre los dos políticos, pero no ha confirmado si divulgará el resultado de la partida: Aunque Obama es un gran aficionado y suele jugar todos los fines de semana que el tiempo le permite, Boehner tiene un "hándicap" mucho mejor. EFE