Mantener la prisión abierta cuesta al país entre $ 65 y $85 millones al año
Obama propone transferir a Estados Unidos 60 presos de la cárcel de Guantánamo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó ayer el plan con el que pretende cumplir su promesa de cerrar la cárcel de Guantánamo antes de que termine su mandato, en enero de 2017. La propuesta consiste en mantener en prisiones estadounidenses a los detenidos más peligrosos, entre 30 y 60 presos, quienes afrontan cargos por terrorismo. El resto sería transferido a otros países.
La propuesta que Obama llevará al Congreso requiere la aprobación de los republicanos, que tienen mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes. Por eso el Presidente reclamó un diálogo “honesto” para tratar de cerrar la prisión, ubicada en Cuba y en la que permanecen 91 detenidos.
Obama compareció en la Casa Blanca acompañado de su vicepresidente, Joseph Biden, y su secretario de Defensa, Ashton Carter, con el fin de resaltar la relevancia de la medida. A su juicio, clausurar la cárcel de Guantánamo equivale a “cerrar un capítulo” de la historia del país. En este sentido, aseguró que su mantenimiento “no mejora la seguridad nacional” sino que es “contraproducente” para la lucha antiterrorista y contrario a los valores de Estados Unidos, además de dañar las relaciones con los aliados.
El Presidente remarcó que ha estado “siete años”, desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2009, trabajando para tratar de cerrar Guantánamo y prometió seguir haciéndolo hasta que concluya su mandato dentro de 11 meses. “No quiero trasladar el problema al siguiente presidente, no importa quién sea”.
La propuesta considera 13 localizaciones diferentes para ubicar a los detenidos que serían transferidos a Estados Unidos. El documento no recomienda a ninguna en particular, aunque Obama aclaró que será “una localización segura”. Esos sitios incluyen prisiones ya existentes en estados como Colorado o Carolina del Sur, así como la construcción de nuevas instalaciones en algunas bases militares del país.
Existen dificultades legales
En su comparecencia, Obama señaló las dificultades legales que supone transferir a los presos de Guantánamo, que no están sometidos a la jurisdicción ordinaria, y las ha contrapuesto con la capacidad de los tribunales estadounidenses para afrontar los casos de terrorismo. Así, citó a varios terroristas convictos, como Dzhokhar Tsarnaev, condenado por al atentado de Boston en 2013, o Faisal Shazad, que colocó un coche bomba en Times Square, en Nueva York. “Ahora mismo están tras los barrotes aquí en Estados Unidos”, subrayó.
“Así que podemos capturar a terroristas, proteger a los estadounidenses y encerrarlos en cárceles de máxima seguridad, y funciona”, recalcó Obama, quien dijo entender la preocupación de muchos ciudadanos por “mantener a terroristas en Estados Unidos en lugar de un sitio lejano”.
Al margen de las consideraciones legales, el Mandatario defendió que su plan ahorrará dinero a los contribuyentes. Según el Pentágono, mantener la prisión de Guantánamo abierta cuesta entre $ 65 y $ 85 millones, lo que es más caro que internar a los presos en una cárcel en territorio estadounidense.
La cárcel de Guantánamo llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Todos llegaron bajo la etiqueta de “combatiente enemigo” y no de “prisionero de guerra” lo que les hubiera permitido que tengan acceso a la Convención de Ginebra.
Muchos han permanecido allí años, sin juicio alguno. Ante esto los presos han optado por huelgas de hambre. Frente a ello, los guardias los han alimentado por la fuerza a través de sondas introducidas en la nariz y el ano. Solo pocos han sido juzgados por cortes militares, sin acceso de la prensa.
Obama llegó al poder en 2008 con la promesa de cerrar la cárcel pero se ha topado con la oposición del Congreso, especialmente entre los republicanos. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se opone al plan y señaló que no pondrá “en peligro la seguridad del país por una promesa de campaña”. “Va contra la ley y seguirá estando contra la ley transferir detenidos terroristas a suelo estadounidense”, insistió el político. (I)
DATOS
El Pentágono identificó 13 instalaciones en suelo estadounidense donde podría albergar a los detenidos, pero no detalló cuáles. Entre sitios considerados figuran el Naval Consolidated Brig en Charleston (en Carolina del Sur, sureste), Fort Leavenworth (Kansas, centro), y el complejo penitenciario federal de Florence (Colorado, oeste).
De los 91 reos aún en Guantánamo, 35 han sido “aprobados para traslado”, lo que implica que podrán ser liberados a otros países que los reciban, bajo ciertas condiciones de seguridad y garantías de rehabilitación.
El resto es dividido en diversas categorías legales, pero enfrentan detención indefinida. Solo 10 de ellos enfrentan actualmente cargos criminales.
La prisión alberga a 5 acusados de planear los atentados del 11 de septiembre de 2001, incluyendo Khalid Sheikh Mohammed, el artífice de los ataques. De ser condenados enfrentarían la pena de muerte.
EE.UU. oculta información
Los prisioneros mantienen huelga de hambre
Una cantidad sin precisar de presos en la cárcel de la base naval estadounidense en Guantánamo, sureste de Cuba, permanece en la actualidad en huelga de hambre, pero las autoridades militares se niegan a dar información al respecto.
El hermetismo de los altos oficiales norteamericanos sobre esta protesta se mantiene como en semanas anteriores, en contraste con las estadísticas que ofrecían diariamente voceros de dicho enclave, y al respecto dijeron que apenas “un puñado” de reos siguen negándose a ingerir alimentos.
La cantidad de participantes en la protesta es pequeña actualmente, se trata de una porción reducida del total de 91 reos que están en la penitenciaría, dijo un capitán de la Marina, quien además utilizó el término de “ayuno no religioso” para referirse a la negativa a ingerir alimentos, señala el diario The Miami Herald.
En junio de 2013, los militares dieron a conocer a medios de prensa estadounidenses que más de 100 cautivos participaban en la huelga de hambre y a 46 de ellos se les aplicaba el método de alimentación forzosa.
El exjefe del Comando Sur, general John F. Kelly, ordenó en diciembre de 2013 al mando de la base cesar los informes sobre la cantidad de huelguistas.
Los reos iniciaron el ayuno el 6 de febrero de 2013, como reacción a los abusos cometidos en su contra y a las condiciones de su detención, sin acusación oficial alguna en la mayoría de los casos. (I)