Obama presiona para evitar lanzamiento de satélite norcoreano
El presidente de EEUU, Barack Obama, desarrolló este lunes toda una ofensiva diplomática para evitar que Corea del Norte, como amenaza, lance finalmente el mes próximo un satélite de observación sobre un misil de largo alcance.
El mandatario estadounidense se reunió hoy con el presidente chino, Hu Jintao, cuyo país es el principal aliado de Pyongyang, para instarle a que ejerza su influencia sobre Corea del Norte y disuada a sus líderes del lanzamiento.
Según indicó el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en el encuentro, Hu expresó su "gran inquietud" por la amenaza y ambas partes "acordaron coordinarse muy de cerca" en este asunto.
Previamente, según un portavoz surcoreano, China había indicado en el transcurso de una reunión bilateral entre Hu y el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, que trataría de disuadir a Corea del Norte.
Pero, según Rhodes, más allá de que China transmita la preocupación mundial sobre el lanzamiento, Pekín debe plantearse adoptar medidas de presión adicionales.
Estados Unidos considera que el lanzamiento violaría los compromisos internacionales norcoreanos y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y ha advertido que imposibilitaría el acuerdo del mes pasado por el cual EEUU suministraría 240.000 toneladas de alimentos a cambio del compromiso de Pyongyang de poner fin a sus pruebas nucleares y de misiles de largo alcance.
Antes de la reunión con Hu, la número once entre ambos, Obama había lanzado un llamamiento directo a las autoridades norcoreanas para que cambien de intención.
En un discurso en la Universidad Hankuk de Seúl, Obama instó al nuevo liderazgo norcoreano, encabezado por Kim Jong Un tras la muerte de su padre Kim Jong Il en diciembre, a "tener la valentía de buscar la paz" y dar una nueva vida a los ciudadanos de Corea del Norte, renunciando al desarrollo de armamento nuclear.
Al mismo tiempo, el presidente se mostró tajante al insistir en que "no habrá recompensas para las provocaciones".
Pyongyang asegura que su intención de lanzar el satélite de observación es un homenaje al centenario de su fundador, Kim Il Sung, mientras que Washington considera que se trata de un ensayo encubierto de lanzamiento de misiles de largo alcance que viola los compromisos internacionales norcoreanos.