El Congreso debe restaurar la prohibición total de la venta de armas automáticas de fuego y de cargadores de mayor capacidad para combatir la violencia, indicó  el presidente estadounidense, Barack Obama.

El mandatario estadounidense presentó ayer un plan de 23 acciones inmediatas destinadas a contrarrestar la violencia en el país.

Las medidas han sido aprobadas en forma de decretos directos, lo que permitirá aplicarlas sin tener que someterlas a debate parlamentario. “Nuestra misión principal como sociedad es mantener a nuestros hijos a salvo”, insistió el gobernante.

Una de las principales restricciones que ofreció es la de ayudar a las escuelas a contratar más personal de seguridad, si lo desean, así como introducir el chequeo universal del historial de cualquier comprador potencial de un arma. Obama denunció que actualmente un 40% de los compradores evita este tipo de controles.

Los demócratas han llamado a cambiar las normas de comercialización de armas en el país desde la masacre en la escuela de Sandy Hook en Newtown, Connecticut, que dejó 26 víctimas, la mayoría niños, lo que conmovió al país.