Obama no difundirá fotos de Bin Laden
El mandatario Barack Obama rechazó la publicación de las fotos del cuerpo del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, muerto en un ataque de un comando estadounidense en Pakistán, indicó ayer el portavoz de la Casa Blanca.
“El presidente ha tomado la decisión de no divulgar ninguna de las fotos”, confirmó Jay Carney, a los periodistas. En una entrevista con la cadena CBS en el programa “60 minutos”, Obama subrayó que era importante evitar que esta evidencia fotográfica se divulgara con fines a propagandísticos.
En el operativo contra Bin Laden, que duró cuarenta minutos, las fuerzas pakistaníes encontraron a una niña en la casa de tres pisos de Abbottabad (Pakistán), junto con 8 niños más y 2 ó 3 mujeres, después de que se retirara el comando estadounidense que ultimó a Bin Laden, indicó un oficial de los servicios secretos pakistaníes (ISI).
La pequeña de 12 años era la hija de Osama. Ella, quien se encuentra actualmente detenida en Pakistán junto con las otras personas, vio cómo los soldados estadounidenses mataban al líder de Al Qaeda, informó el mismo oficial.
“Esta niña fue quien nos confirmó que Osama había muerto a balazos y que se lo habían llevado”, agregó el uniformado que requirió permanecer en el anonimato. Esta fuente confirmó que se hallaron cuatro cadáveres, entre ellos el de un hijo de Bin Laden. Las personas halladas vivas en la casa están siendo interrogadas, indicó otro oficial.
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, defendió ayer, por su parte, como “legal y apropiada” la operación militar que acabó con la vida de Osama, el pasado domingo, ya que se trataba de un “comandante enemigo en el campo de batalla”.
“Si se hubiese rendido, o intentado rendir, creo que obviamente lo deberíamos haber aceptado, pero no había indicios de que fuese a rendirse, por lo que el asesinato fue totalmente apropiado”, agregó Holder en una audiencia ante el Senado de Estados Unidos.
Holder remarcó que Bin Laden era el líder de Al Qaeda que dirigió los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos por lo que su muerte está justificada como un acto de defensa nacional y es consistente con su sistema legal.
“Se trataba de una misión de captura o muerte”, enfatizó el funcionario. Holder explicó que el objetivo de la misión era minimizar el número de bajas entre las personas que estaban en el edificio. Asimismo, reconoció que es un momento difícil para su país tras la muerte de Bin Laden.
“Aunque creo que estaremos mucho más seguros como resultado de su muerte, en el corto plazo creo que tenemos serias preocupaciones por lo que debemos estar preparados para responder”, expresó el funcionario al comentar las posibles represalias por parte de Al Qaeda.
Tras el asesinato de Osama en una operación cuyos detalles van siendo revelados a cuentagotas, al parecer las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán, teóricamente aliados en la “guerra contra el terrorismo”, sufrieron un claro deterioro.
A modo de explicación sobre la presencia de Bin Laden en su país, el primer ministro pakistaní, Yusuf Raza Gilani, afirmó ayer que los servicios de inteligencia de todo el mundo, incluido el de Estados Unidos, comparten con Pakistán el fracaso en capturar a Bin Laden, finalmente localizado y ultimado. “Hubo un fallo de los servicios de inteligencia de todo el mundo, no solamente de Pakistán”, afirmó.
En cambio, el secretario general de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), Anders Fogh Rasmussen, subrayó que Pakistán debe mejorar su cooperación. “Es evidente que hay problemas de seguridad en Pakistán. Hemos alentado a las autoridades pakistaníes a reforzar la lucha contra los terroristas y los extremistas, en particular en la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán”, declaró.
El director de la central estadounidense de inteligencia (CIA), Leon Panetta, dijo el martes que EE.UU. no informó a Pakistán de la operación porque este país podría haber alertado al líder de Al Qaeda del inminente ataque.