Obama mide la soga lanzada por Rusia en Siria
Tras una ofensiva diplomática en busca de apoyo para atacar Siria, el presidente estadounidense Barack Obama, medía este martes la soga ofrecida por su rival Rusia.
El repentino llamado de Moscú para que su aliado Damasco ponga bajo control internacional su arsenal de armas químicas tuvo repercusiones inmediatas en la tensa y dividida Washington. No obstante, un eventual acuerdo para instrumentar la propuesta estaría plagado de obstáculos, así como su implentación y verificación.
La Casa Blanca teme que el plan sea una distracción para ganar tiempo cuando los buques estadounidenses están listos para lanzar misiles contra objetivos sirios.
Además, hay sospechas sobre las motivaciones rusas, pues Moscú y Washington han tensado sus relaciones a puntos casi de la Guerra Fría. Pero la velocidad con la que Obama dio crédito a la propuesta, da una idea de su aislamiento, en momentos en que los apoyos en el Congreso a una acción militar disminuyen.
En entrevistas en las cadenas de televisión el lunes, Obama dijo que la propuesta rusa era "potencialmente positiva".
"Si podemos agotar los esfuerzos diplomáticos y alcanzar una fórmula que dé a la comunidad internacional un mecanismo verificable y aplicable para lidiar con esas armas químicas en Siria, entonces estoy en favor de ello", añadió.
Obama había planeado usar el horario central este martes para convencer a los estadounidenses escépticos de su plan de un ataque militar "limitado" a Siria, en represalia por el presunto ataque con armas químicas por el régimen de Damasco el pasado 21 de agosto, que según Washington dejó más de 1.400 muertos.
Pero la idea de una nueva intervención militar estadounidense en el caldero de Medio Oriente es muy difícil de vender a una ciudadanía cansada de guerras, y para muchos de sus representantes en el Capitolio, que consideran al plan de la Casa Blanca confuso.
Ahora, cuando Obama se disponga a pronunciar su discurso a las 01H00 GMT desde la Casa Blanca, al menos podrá dar dirección a una política que parecía no tenerla.
El nuevo giro de la Casa Blanca podrá ser que el solitario llamado de Obama a una acción militar fue el catalizador de la propuesta rusa. Así lo dio a entender el propio Obama en sus entrevistas del lunes: sin la "creíble amenaza militar" de Estados Unidos contra Siria, "difícilmente habríamos llegado a este punto, en que hay declaraciones públicas como ésta", dijo en alusión a la propuesta de Moscú.
Las esperanzas de una salida surgieron en momentos en que más legisladores, incluyendo una cantidad del oficialista Partido Demócrata, se muestran contrarios a una acción militar.
La semana pasada, la Casa Blanca parecía confiada en que el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, se alinearían detrás del presidente. Pero la Cámara alta parece haberse contagiado de la fuerte postura anti militar exhibida por la Cámara de Representantes.
El senador Harry Reid, jefe de la mayoría del oficialista, dijo que la primera votación en la Cámara alta había sido postergada, pocas horas después de haber anunciado que sería el miércoles. "Yo no creo que precisemos" votar rápidamente, dijo Reid.
"Pienso que debemos dar al presidente la oportunidad de hablar a los 100 senadores y a los 300 millones de estadounidenses" antes de votar, añadió.
La Cámara de Representantes no ha dado fechas precisas y se limitó a estimar que la votación tendrá lugar en las próximas dos semanas.
Un sondeo nacional mostró que seis de cada 10 estadounidenses se oponen a que el Congreso autorice el ataque, y siete de cada diez piensan que no se conseguiría nada significativo.