Obama exhorta al Congreso a que apruebe ley migratoria
Uno de los ejes de la campaña electoral del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue impulsar una reforma migratoria durante su primer año de mandato. Han pasado dos años y cuatro meses desde que asumió la Presidencia, y todavía no ha concretado nada.
En El Paso (Texas), ciudad fronteriza con México, el Mandatario estadounidense retomó ayer el discurso sobre migración e instó al Congreso a aprobar una ley que abra una vía para legalizar a los casi 12 millones de indocumentados que viven en el país, con el argumento de que beneficiará a la economía.
“Mediante la reforma no habrá una inmensa economía subyacente que explote una mano de obra barata al tiempo que abarata los sueldos de todos los demás”, dijo el presidente, que instó a los ciudadanos a movilizarse y a hacer que Washington sepa que hay un movimiento en favor de la reforma que crece con fuerza de costa a costa.
“Los inmigrantes han hecho que este país sea grande”, “Somos un país más próspero gracias a ellos”, exclamó ante cientos de espectadores que lo aplaudieron. Pero estas palabras no fueron suficientes para los hispanos que llevan 10, 20, 30 años en Estados Unidos. Ellos se mostraron escépticos y hasta expresaron que lo hizo para ganar de nuevo el voto hispano en la próxima contienda electoral de 2012.
Coaliciones de hispanos que escucharon atentos el discurso están de acuerdo con la tan ansiada reforma migratoria, pero a la vez afirman que el Gobierno de EE.UU. debe acabar con las redadas y tomar medidas administrativas para, por ejemplo, evitar que los hijos de migrantes indocumentados sean deportados, dándoles un permiso temporal, e impulsando el Dream Act, ley que ayudaría a estos jóvenes a ingresar a la Universidad.
Jorge Mario Cabrera, activista migrante de la Coalición para los Derechos Humanos de los Migrantes en Los Angeles (Chirla), manifiesta a El Telégrafo que el presidente habló de que todo es posible en Estados Unidos, excepto el alivio administrativo. “Nosotros creemos que es importante que se reconozca que con legislación ayudaremos a resolver el problema, pero no se llegará a un acuerdo pronto”, añadió.
Mientras tanto, Cabrera se pregunta: “¿Qué hacemos para aliviar la pena, la confusión, el desencanto en la comunidad? Solamente un alivio administrativo puede ser útil en este momento y el Presidente fracasó en avanzar en esta posibilidad”.
Sin embargo, en su segundo discurso dedicado al tema de la reforma migratoria desde que asumió el poder, el gobernante aseguró que sigue apoyando el Dream Act y que daría una posibilidad de legalización a los estudiantes que llegaron indocumentados al país, más de 65.000 al año según cálculos extraoficiales. Este proyecto fracasó en el Senado en diciembre pasado, por la oposición de republicanos y algunos demócratas. Pero Obama no reveló una estrategia específica para intentar avanzar el debate migratorio.
Cabrera afirma que el discurso debió ser práctico y no solo estratégico para una reelección. “Mientras se llega a un remedio legislativo, el Presidente necesita detener las redadas de inmigrantes no criminales, de estudiantes, de familias con hijos nacidos en EE.UU. Esto lo puede hacer el Presidente pero no lo hace”, agregó.
Desde Tucson Arizona, Carlos García, que llegó de México hace 22 años y es activista de la organización de migrantes Puente Tona Tierra, está de acuerdo con Cabrera al afirmar que el Presidente, al parecer, busca el voto latino. García aseguró que es difícil creerle a Obama cuando las cifras de las deportaciones determinan que en el actual gobierno se ha expulsado a más indocumentados que con el mandatario saliente, George W. Bush. Se calcula que han salido un millón de “sin papeles”, según Chirla.
“Arizona es el peor estado contra los migrantes. Él (Obama) pudo haber detenido las redadas o evitado que las personas sean paradas por el color de su piel, pero no lo hizo”, resaltó García tras enfatizar que se tiene que buscar un sistema de legalización sin tener que criminalizar a la comunidad hispana.
Paco Fabián, mexicano que llegó a Estados Unidos en 1994, expresó a este diario que el Presidente habló de lo que ya ha hablado antes: que la frontera está segura, para así tratar de convencer a los republicanos de que el problema está solucionado de alguna manera. Obama informó que la Patrulla Fronteriza cuenta ahora con 20 mil agentes, más del doble que en 2004.
Sin embargo, Fabián esperó pasos más concretos por parte del Presidente para darle más acción a su retórica, como más acciones administrativas y además, consideró que el Gobierno debe enfocarse más en perseguir a criminales.