Obama dice estar cansado de guerras, pero cavila invasión
Washington.- Los estadounidenses conmemoraron ayer con discretas ceremonias, el aniversario número 12 de los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), bajo la sombra de una nueva intervención militar en Siria.
Las ceremonias, realizadas apenas unas horas después de que el presidente Barack Obama se dirigiera a la nación para abogar por la responsabilidad moral de un ataque contra Siria, estuvieron marcadas por la sobriedad y la sencillez, lejos de los grandes actos de conmemoración de años anteriores.
“Más que los monumentos de piedra y agua, sus vidas son el mayor homenaje a aquellos que perdimos”, aseguró Obama durante su discurso en el Pentágono, donde fallecieron 184 personas. Acompañado del secretario de Defensa, Chuck Hagel, el presidente se dirigió a familiares y supervivientes: “nuestros corazones todavía sufren por aquellas vidas que podrían haber sido”.
El martes por la noche, en un mensaje retransmitido en televisión, Obama defendió la posibilidad de responder con el uso de la fuerza al ataque con armas químicas perpetrado por el régimen de Bachar al Assad en Damasco, aunque también abogó por una solución diplomática surgida el lunes que evitaría lo que los estadounidenses más temen: el comienzo de otra larga guerra.
El presidente, aunque no hizo referencia directa en su discurso a la situación en Siria, sí insistió en que la fuerza militar no siempre es la respuesta a los conflictos. “Tengamos la sabiduría de reconocer que, aunque la fuerza a veces es necesaria, por sí sola no puede construir el mundo que queremos”, afirmó el gobernante.
Obama aseguró en su discurso que “este país (EE.UU.) está enfermo y cansado de guerras”, Además, afirmó: “No voy a poner soldados estadounidenses sobre el terreno en Siria. No quiero una acción sin un final abierto, como Irak. Acabar con el uso de armas químicas y degradar las capacidades que tiene Al Assad es la intención”.
El presidente ayer participó en el primero de los actos conmemorativos del 12 aniversario del 11-S en la Casa Blanca, acompañado de la primera dama, Michelle Obama; del vicepresidente Joe Biden y la esposa de éste, Jill Biden. Los cuatro presidieron un minuto de silencio en los jardines de la residencia presidencial a las 8:46, hora estadounidense, el momento en el que el primer avión hizo impacto contra las Torres Gemelas en Nueva York hace 12 años.
En la mañana del 11 de septiembre de 2001 dos aviones comerciales, controlados por terroristas de Al Qaeda, se estrellaron en los rascacielos gemelos del World Trade Center en Nueva York, que se derrumbaron minutos después; otro destruyó parte del Pentágono y un cuarto cayó en Pensilvania, después de que los pasajeros batallaran con los terroristas.
En los peores ataques contra la población civil en la historia de Estados Unidos murieron más de tres mil personas.
Los ataques del 11-S provocaron la invasión de Afganistán por parte de una coalición liderada por Estados Unidos para desalojar al régimen talibán, que había ofrecido santuario al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.
Dos años más tarde, en 2003, los estadounidenses lanzaron otra guerra contra Irak, acusando al entonces presidente de ese país, Sadam Hussein, de ocultar armas de destrucción masiva, que nunca se encontraron.
Hussein fue ejecutado el 30 de diciembre de 2006, mientras Bin Laden fue eliminado por fuerzas especiales estadounidenses en una operación secreta en mayo de 2011 en Pakistán.
NUEVO WORLD TRADE CENTER ESTÁ COMPLETO
Nueva York volvió a recordar ayer a las casi 3.000 víctimas de los ataques del 11-S desde el Memorial en su honor en el sur de Manhattan, donde por fin se erige el principal rascacielos del nuevo World Trade Center (WTC).
Aunque la lentitud de la construcción ha sido exasperante y todavía habrá que esperar hasta la próxima primavera para visitar el museo en memoria de las víctimas, por primera vez la ceremonia se produjo a los pies del completado One World Trade Center, que también llaman Torre de la Libertad y que renueva por fin el “skyline” de Manhattan tras el 11-S. (EFE)