Manifestantes y policías volvieron a enfrentarse ayer en la plaza Tahrir de El Cairo, horas después de la muerte de dos personas en el país en choques con las fuerzas de seguridad, cuando faltan ocho días para las primeras legislativas desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak.

Varios cientos de personas ocuparon la plaza al comenzar la jornada, mientras que enfrentamientos esporádicos se registraron entre los manifestantes y la Policía en los alrededores del Ministerio del Interior, situado en las inmediaciones. La Policía Antimotines disparó gases lacrimógenos, mientras que decenas de personas levantaron  barricadas.

Los protestantes lanzaron consignas hostiles contra el dominio militar, reclamando la caída de Hussein Tantauí, que encabeza el Consejo supremo de las Fuerzas Armadas  que dirige el país desde que el presidente Mubarak fue expulsado del poder.   

El sábado, los enfrentamientos provocaron dos muertos, uno en El Cairo y otro en Alejandría, y alrededor de 750 personas resultaron heridas en la capital.