Nuevo gobierno griego afronta su primera manifestación
Unas 4.000 personas, según la policía, participan hoy en Atenas en las marchas conmemorativas del levantamiento estudiantil de 1973 contra la dictadura militar.
La manifestación es la primera desde que el nuevo Gobierno griego asumió ayer oficialmente el poder.
Las autoridades desplegaron unos 7.000 agentes antidisturbios en el centro de la capital, sin embargo se han registrado choques aislados con las fuerzas del orden y algunas detenciones.
Grupos de manifestantes fueron dispersados con gases lacrimógenos, y algunos participantes de la marcha lanzaron huevos contra los policías.
Según difundieron medios locales, la Policía detuvo al menos dos personas que habían lanzado bombas incendiarias contra los agentes que protegían el Parlamento.
En tanto que algunos grupos radicales prendieron fuego a las garitas de guardia frente a las oficinas de la Comisión Europea.
Los manifestantes portaban pancartas contra el anterior Gobierno socialista y contra el nuevo Ejecutivo de unidad nacional liderado por el primer ministro Lukas Papademos.
Jóvenes repetían las consignas "Pan, Enseñanza, Libertad" y mostraban una pancarta que rezaba "1973-2011. Las juntas son derrocadas con rebeliones".
"Abajo con el Gobierno de los banqueros, que se vaya el Gobierno antipopular", se podía leer en otras.
Unas horas antes de que iniciaran las protestas fueron detenidas "de forma preventiva" 20 personas como sospechosas de planear disturbios.
El acceso por coche al centro de Atenas y a las estaciones centrales del metro permanecen cerradas para que no se refugien en ellas los radicales, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Este año, la comunidad universitaria está profundamente descontenta a causa de una nueva ley aprobada en el Parlamento en septiembre pasado con los votos de los tres partidos que integran y apoyan el flamante ejecutivo de Papademos.
La nueva legislación reduce drásticamente el poder de los rectores, introduce la financiación de las universidades por el sector privado y deroga la prohibición de la presencia policial en los campus, sin invitación previa de las autoridades universitarias.
Además, las medidas de austeridad impuestas en los dos últimos años para salvar al país de la bancarrota y recibir ayuda externa, así como las reformas poco populares anunciadas por el nuevo primer ministro con el mismo fin, provocado un malestar social creciente.