El exsenador Arturo Murillo, designado como ministro de Gobierno, aseveró que habrá cárcel para quienes cometan “sedición”. Advirtió que irán “a la cacería de Juan Ramón Quintana (ex ministro de la Presidencia) y Raúl García Linera (hermano del exvicepresidente)”, dos personas cercanas a Evo Morales.

Yerko Núñez, ministro de Obras Públicas, por su parte, indicó que la Cancillería le reclamará a México por las declaraciones públicas del exmandatario, asilado en ese país.

Tras dejar el poder, Morales denunció el martes 12 de noviembre de 2019 no solo un “golpe de Estado” sino que sus funcionarios y familiares son golpeados, secuestrados y amenazados de muerte.

La mandataria interina Jeanine Áñez, por su parte, aseguró que en el país “no hay golpe de Estado”, como lo denuncia Morales. Además de armar un gabinete de urgencia con 11 ministros, llamó a nuevos comicios para dentro de tres meses.

La autoproclamación de la exsenadora opositora es respaldada y rechazada en las calles. Bolivia está sumido en una crisis después de los comicios del 20 de octubre, que al inicio le dieron la cuarta victoria a Morales, pero que fue descalificada internacionalmente.

Las manifestaciones registran 10 muertos y 500 heridos, con la Policía y el ejército controlando el orden público.

El reconocimiento a la presidenta interina Áñez ha llegado desde Colombia, Guatemala, Brasil y Estados Unidos. Los diplomáticos de estas naciones abogan para que Bolivia supere la crisis con nuevas elecciones.

“Está claro que precisamente ella será considerada como mandataria interina de Bolivia hasta que se elija al nuevo presidente”, indicó este jueves 14 de noviembre de 2019 el viceministro de Asunto Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.

El diplomático, que calificó la salida de Morales como “golpe de Estado”, expresó las reservas de Moscú por la falta de quórum durante la votación en el Parlamento para aprobar la investidura de Áñez como mandataria interina. (I)