Nueva York declaró este lunes 1 de agosto una emergencia de salud pública ante el incremento exponencial de casos de la viruela del mono. Estados Unidos registró hasta 31 de julio 5 000 casos confirmados, más que cualquier otro país y para muchos, la implementación de vacunas ha sido lenta.

Más de una cuarta parte de los casos de viruela del mono se han registrado en el estado de Nueva York y por ello la declaración de emergencia. Las autoridades sanitarias afirmaron que la urbe es el epicentro del brote. 

"Felicito a la gobernadora por llamarlo estado de emergencia, es muy importante, tendrá capacidad de hacer cosas a favor de la salud, creo que es crucial hacerlo", dijo Eric Adams, su alcalde.

También se declaró un estado de emergencia en San Francisco la semana pasada, ya que los casos aumentan día a día. "Al sonar la alarma lo que decimos es que esto no se va a ignorar, que se trata de una crisis de salud pública, que necesitamos desesperadamente vacunas para apoyar a la gente de San Francisco", dijo London Breed, alcaldesa de la ciudad.

La frustración se ha ido acumulando por la respuesta del gobierno federal al brote de viruela y muchos culpan a los trámites burocráticos por el acceso limitado a pruebas, vacunas y tratamientos; pero las autoridades afirman que hay más ayuda en camino.

La enfermedad puede afectar a cualquiera y se transmite a través del contacto cercano; en este país se ha propagado entre la comunidad homosexual y los expertos en salud pública dicen que se necesita hacer más en todo el país para proteger a las comunidades marginadas.

"Parece que hay un poco de práctica discriminatoria con ciertas comunidades, ya sea la comunidad LGBT o las de color, no respondemos tan rápido como deberíamos", dijo Kara Eastman, directora General, Test Positive Aware.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que esta emergencia mundial puede detenerse si los países, las comunidades y las personas se toman en serio los riesgos e implementan los pasos necesarios para detener la transmisión.