Nueva tormenta obliga a cancelar cientos de vuelos en Nueva York
Una nueva tormenta, este miércoles, que puede causar bajas temperaturas, inundaciones y hasta una ligera nevada, obligó a cancelar cientos de vuelos en la ciudad de Nueva York, tan solo una semana después del paso devastador del ciclón "Sandy" por la región.
Aunque la tormenta parece ser más débil de lo previsto originalmente, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) emitió para la ciudad de Nueva York una alerta por vientos fuertes y posibles inundaciones desde primera hora de la mañana hasta la noche.
La aerolínea United Airlines suspendió este miércoles su servicio en la Gran Manzana a partir del mediodía, mientras que American Airlines anuló sus vuelos programados a partir de las 15.00 hora local (20.00 GMT), de forma que el número total de vuelos cancelados en el área de Nueva York supera los 700.
El resto de compañías aéreas recomendaron a sus clientes reprogramar sus vuelos en el noreste de Estados Unidos.
Además, este nuevo temporal podría retrasar las tareas para restablecer la electricidad a los 79.000 clientes de Con Edison que permanecen a oscuras desde hace nueve días en la ciudad de Nueva York debido al paso del ciclón "Sandy".
Según informó la compañía a través de un comunicado, el equipo a cargo de restaurar el servicio "no puede trabajar con vientos fuertes", que según las previsiones podrían alcanzar los 104 kilómetros por hora.
Ante la llegada de esta segunda tormenta, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció el martes que todos los parques y playas públicas de la ciudad permanecerán cerrados durante al menos veinticuatro horas, a partir del mediodía de este miércoles.
"La previsión del tiempo es que con la nueva tormenta el agua suba esta vez de 60 centímetros a 1,3 metros, mucho menos que con Sandy, pero hay riesgo de inundaciones en las zonas costeras", advirtió Bloomberg.
Aunque la evacuación no es obligatoria, Bloomberg señaló que la policía iría "puerta a puerta" para animar a la gente de estas zonas de riesgo a salir de su casas e ir a un lugar seguro, especialmente a los residentes que todavía no disponen de calefacción. El alcalde también ordenó paralizar a partir de este mediodía todos los trabajos de construcción en el exterior.