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Entrevista

"Nuestro deseo es que esas elecciones sean transparentes"

Diego Guelar, secretario de Relaciones Internacionales de Propuesta Republicana (PRO), el partido que integra la alianza Cambiemos. Foto: Cortesía
Diego Guelar, secretario de Relaciones Internacionales de Propuesta Republicana (PRO), el partido que integra la alianza Cambiemos. Foto: Cortesía
27 de noviembre de 2015 - 00:00 - Marcelo Izquierdo, corresponsal en Buenos Aires

El futuro gobierno del presidente electo Mauricio Macri buscará evitar los “tradicionales péndulos que van de un extremo a otro” en materia de política exterior y asentará su estrategia en algunos ejes bien definidos: “profundizar” la asociación estratégica con Brasil, “normalizar” los vínculos con Estados Unidos, impulsar un acuerdo de libre comercio interbloques con la Alianza del Pacífico y promover una “transición” en Venezuela en la que “no haya presos políticos” y se verifiquen “elecciones transparentes”.

“Esto no es un giro de 180 grados porque las naciones son permanentes”, dice en entrevista con EL TELÉGRAFO Diego Guelar, secretario de relaciones internacionales de Propuesta Republicana (PRO), el partido fundado por el mandatario electo y que integra la alianza Cambiemos. Guelar fue embajador en Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea durante la gestión del expresidente neoliberal Carlos Menem (1989-99). El futuro gobierno de Macri tendrá como canciller a Susana Malcorra, actual jefa de gabinete del secretario general de las Naciones Unidas y de amplia experiencia en el sector privado en empresas como IBM y Telecom.  

La relación con Venezuela, a la que Macri anunció que pedirá su suspensión del Mercosur activando la llamada Cláusula Democrática, representa un giro total en la política exterior argentina. ¿Se avecina un fuerte choque en el Mercosur?

Esto no es un giro de 180 grados porque las naciones son permanentes y lo que, por supuesto, hay que evitar son los tradicionales péndulos que van de un extremo a otro. No es ir de la carnalidad al conflicto, o del conflicto a la carnalidad, sino que hay elementos que tienen que ver con la continuidad de nación, aunque son un cambio en relación a políticas de la última administración. La prioridad en la  asociación estratégica con Brasil no es un giro, sino un cambio profundo porque en la práctica no ha estado funcionando. Más que un giro es volver al espíritu que nos llevó a asociarnos con Brasil en el seno del Mercosur que es practicar un regionalismo abierto, una unión aduanera para negociar mejores condiciones con el mundo.

Pero Argentina pasará de ser un aliado estratégico de Venezuela a pedir su suspensión del bloque. ¿Usted no cree que el gobierno de Macri encontrará fuertes resistencias en el Mercosur, empezando por Brasil, que considera a Nicolás Maduro un presidente democrático?

Eso lo vamos a ver... Habrá un momento clave en la cumbre del Mercosur el 21 de diciembre en Asunción. Pero antes  hay un hecho importante en Venezuela el 6 de diciembre: las elecciones legislativas. Nuestro deseo es que esas elecciones sean transparentes, que el resultado sea reconocido por el actual gobierno y, de ser así, creo que estaríamos en una nueva etapa en la que consideraríamos, junto con Brasil, que en Venezuela ha empezado una transición. Lo que hoy es preocupación se transformaría en transición. No es la fotografía a la que hay que mirar sino a la película. Si al 21 de diciembre hay un proceso de liberación de presos políticos y una elección transparente y reconocida, hay un cambio de situación. Lo deseamos profundamente.

Caracas niega la existencia de presos políticos. ¿Qué hará el nuevo gobierno en caso de que no se cumplan sus expectativas?

Si esto no pasa, deberemos reflexionar en conjunto qué hacer. No es posible mantener una actitud de indiferencia. Nuestra expectativa es que esto se supere y la situación mejore. Eso sería una buena noticia en el seno del Mercosur porque los otros países tenemos procesos regulares, al margen de matices ideológicos, y no tenemos presos políticos. Sería una buena noticia y una superación del pasado. Ese sería un escenario extraordinario. Si pudiéramos celebrar la Navidad de  2015 sin presos políticos en Sudamérica sería un motivo de festejo.

¿Cómo se dará el proceso de integración con el bloque del Pacífico del que habló Macri tras ganar el balotaje?

Con la misma estrategia del sinceramiento y profundización de la alianza con Brasil. Hay dos hechos importantes en 2016: las negociaciones de libre comercio con la Unión Europea, con la que estaremos intercambiando ofertas antes de fin de año, y el comienzo del proceso de convergencia con la Alianza del Pacífico, siempre hablando desde el Mercosur. Todos los países tenemos acuerdos de libre comercio con las naciones que integran la Alianza del Pacífico. Deberíamos colocar todos esos sistemas de vinculación individuales para negociar un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico. La mantendríamos como bloque a bloque. No hay ningún impedimento. Lo lógico sería que empecemos este proceso de confluencia el año que viene.

¿Cómo encarará el gobierno de Macri la relación con Estados Unidos?

Hay que normalizarla. Hay un componente de conflicto que no tiene razón de ser. Tenemos que hacer el estado de no conflicto. La normalización pasa por generar una agenda propositiva. Hay temas comerciales, trabas que hay que negociar. Estamos hablando con un socio histórico y no debemos verlo como un enemigo. (I)

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